La llegada a Huelva del Conservatorio de Música ha sido sin duda uno de los deseos tantos años esperado en nuestra ciudad.

En poco tiempo la afición a la música se va consolidando en los jóvenes y el prestigio que ya ha alcanzado esta institución es valorado por todos los onubenses.

Los estudios musicales hacen nacer sin duda a muchos nuevos compositores, que serán los que en el futuro dejen oír su inspiración con acento de nuestra tierra.

He tenido la suerte de conocer y ser amigo de muchos compositores que dejaron en Huelva su huella de artista y valía profesional.

Mi amor a la música me hizo componer numerosas letras para obras diversas que hoy suenan como ecos queridos en muchos lugares de la provincia.

En los últimos años he colaborado con un gran músico valenciano, un compositor que supo dar a las letras toda la maravilla de su música, nacida del corazón y con un sentimiento de armonía lleno de inspiración onubense y andaluza. Su nombre es Carmelo Vicente Ballester Sanz.

Vicente Ballester es además un gran amigo, siempre solícito para hacer realidad proyectos musicales de valía. Mi primera colaboración con él fue hace ya años, cuando le dio vida al Himno de Gibraleón, que hoy es pieza indiscutible en el bello pueblo onubense.

Después Vicente compuso, con letras mías, el Himno a los Juegos Europeos de Policías y Bomberos, una bella composición que pasó a la historia de los acontecimientos locales, y el Himno de la Real Sociedad Colombina Onubense, que se estrenó con la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, el pasado 3 de agosto en La Rábida.

Conozco muchas obras de este gran músico y profesor durante años solista de nuestra Sinfónica, todas ellas llenas de una maravillosa intuición musical, que le hacen ser auténtica figura en tan bella y difícil profesión.

Ballester es un gran músico con el que he tenido el honor de colaborar escribiendo muchas letras para sus obras onubenses y espero que pronto podamos ofrecer algo que estoy seguro nos deleitará a todos.

Por si fuera poco, su trabajo como director del Orfeón y Escolanía de Huelva le hace ser una figura querida y valorada en nuestra ciudad.

Un artista nacido en tierras valencianas que supo entrañar el aire andaluz para sus trabajos y el sentido de lealtad y agrado para sus amigos. Un gran artista.

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