Confesaba Juan Ramón Jiménez, al final de su vida y desde el exilio, que durante toda ella había intentado comprender la libertad y la belleza, aclarando y sugiriendo cómo la belleza había que buscarla tanto en lo bello como en lo feo. De esta forma, el poeta no sólo aceptaba la subjetividad y polisemia del término "feo", sino que justificaba su acercamiento a la belleza a través del uso que supo darle a la palabra en el lirismo de su poesía. Dudo si ha sido fruto de una feliz coincidencia, o bien de una inteligente decisión, el que la exposición Asnografía, comisariada por un grupo de profesores del Departamento de Educación de la UHU, y que ahonda en la influencia de Juan Ramón en la cultura escolar española, coincida en fechas con los actos programados para el Día del Libro en Huelva. Sea como sea, se trata de una feliz concurrencia.

El lunes 23, fecha que unifica las muertes de Shakespeare, Cervantes y Garcilaso de la Vega, se celebra del Día Internacional del Libro, desde que hace 23 años así lo declarara la Unesco. Nuestra plaza de las Monjas vuelve a ser el escenario elegido para homenajear al libro por medio de actividades culturales y literarias, esta vez con guiño del Ayuntamiento a los libreros, que no pagarán por el uso del estand. Todo son facilidades para darse una vuelta por allí, participar en los actos programados y tener la oportunidad de palpar y acariciar las portadas y contraportadas de ese objeto en peligro de extinción llamado libro, antes de que la Feria se convierta en una exposición tecnológica de e-books.

Pero, sobre todo, esta semana que comienza se convierte en una oportunidad para recuperar el placer de leer y de leer con otros. Este Día del Libro puede ser una buena excusa para ayudar a los niños y a los adolescentes a descubrir la poesía, como refugio de esa belleza y libertad juanrramoniana. Y debe ser ahora, cuando la lírica no suele ser seleccionada como lectura en los textos escolares, ya que la poesía sugiere y hoy lo todo lo insinuado decae para que triunfe lo tangible. Cuando se vive dándole valor a todo lo que sirve para algo, cuando lo útil llega a alcanzar la cima del éxito sólo por serlo, cuando lo efímero embadurna nuestro modo de vivir… parece ser el momento de buscar la infinitud de la belleza. Y sólo existe una manera de hacerlo, como lo hizo el poeta, utilizando su libertad de pensamiento para justificar su libertad de expresión y de elección. Eligiendo un camino que nos conduzca a Ella.

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