Crítica de Cine fila siete

Vicente

Basada en hechos reales

'o los tres o ninguno'

Multicines La Dehesa Islantilla y Cines Aqualon Puerto Huelva.- Producción: Francia, 2015.- T.O.: 'Nous trois ou rien'.- Duración: 102 minutos.- Dirección y guión: Kheiron.- Fotografía: Jean-François Hensgens.- Montaje: Anny Danché, Guillaume Bouchateau y Hortense Bailly.- Intérpretes: Kheiron, Leila Bekhti, Gérard Darmon, Zabou Breitman, Alexandre Astier, Arsène Mosca, Eriq Ebouaney, Michel Vuillermoz

El verdadero nombre del director de esta película es Nouchi Tabib, nacido en Teherán en 1982. Conocido artísticamente como Kheiron es un popular comediante, showman, actor, guionista, productor y realizador cinematográfico y también rapero. Su padre, el abogado iraní, autor de libros de sociología y experto en temas de violencia y mediación, huyó de Irán en 1983, por lo que Kheiron se ha criado en Francia donde ha logrado un gran predicamento en el mundo artístico tanto en televisión como a través de su discografía. Nous trois o rien (2015), aquí titulada O los tres o ninguno es su primera película en la que además de dirigir y escribir el guión es el actor principal. El motivo de su estreno en España, como suele ser habitual cuando se trata de películas francesas, no muy corrientes en nuestras salas, es que en Francia fue todo un éxito y aquí se espera que corra la misma suerte. Lo cual no siempre ocurre.

Realmente estamos ante una película autobiográfica ya que Kheiron nos cuenta la historia de sus padres, Hibat y Fereshteh, desde su juventud en Irán. Él era un joven estudiante apasionado y jovial que gozaba de un acusado sentido del humor. Se une a la insurgencia contra el régimen, presidido por el llamado Shah de Persia. En 1972 fue detenido, juzgado y condenado a diez años de prisión. Tras siete años de torturas y humillaciones es liberado. Hibat conoce a Ferensteh y se casan. Dueño de una imprenta publica un periódico contrario al gobierno. Ambos participan en la revolución de 1979 pero los esbirros del ayatolá Jomeini requisan la imprenta, obligándoles a a pasar a la clandestinidad. Perseguidos y acosados se ven forzados a aceptar el exilio con una sola condición: O se van los tres, él, su mujer y el hijo que han tenido o no se va ninguno. Una penosa huida hasta su llegada a Francia que cambiará sus destinos.

El tema cobra una muy viva y dramática vigencia pero a través de una perspectiva que mezcla muy hábil y agradablemente para el espectador el drama, incluso la tragedia de la represión política, las persecuciones, la violencia, la venganza y las torturas, con el humor -negro en algunos de sus pasajes- que es, no sólo, la definición del personaje protagonista sino la propia del talante del guionista y realizador, Kheiron. Ha acertado plenamente en su retrato de unos hechos reales a través de una visión que es tan emotiva como valiente y desenfadada. Bien es verdad que en muchas ocasiones parece tomarse demasiado a broma circunstancias realmente penosas y muchas veces realmente terribles.

El relato, toda una exaltación de la libertad y la tolerancia, muestra la convicción de una historia que su autor conoce muy bien y expresa con airosa ternura en muchas de sus secuencias a las que añade un grácil contraste. Una manera de articular en tono de comedia una contingencia social, política y humana realmente trágica. Quizás en la segunda parte pierda un tanto toda la convicción narrativa de la primera pero tiene aspectos muy originales en el género biográfico porque, además, establece contrapuntos notables entre el pasado de sus padres y los cambios que la familia experimenta cuando viven en Francia.

En suma un afortunado debut de Kheiron en el cine que los franceses, con su peculiar chauvinismo, han aplaudido generosamente.

Quiroga

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