Ñ

Ahí tienen a sus líderes incitando al personal y pasándose por el forro toda raíz que suene a España

Aunque en otros países, el alfabeto no contempla tan española Ñ como fonema, todo acervo común forjado a través de las lenguas románicas, desde aquellos copistas del siglo X, tras pasar la Gramática de Nebrija y llegar al anclaje numérico de la Real Academia de la Lengua, nuestra Ñ perdura frente al gigante chino-angloamericano.

Toda esta introducción tiene como objetivo resaltar la virtud hegemónica de España y sus más de 500 millones de parlantes.

Ello no obsta para que a una serie de independentistas estelados no les agrade dicha letra, codificada por los constituyentes catalanistas que forjaron la Carta Magna del 78, oponiéndose cerrilmente a ser parte de la España con ñ, pero no de la pela.

Ya el lince ZP comenzó afirmando que el concepto patria era una especie de paráfrasis tan discutible como discutida. Ñoñez de un muchacho en tarde de brumosa grima. Siguieron los hijos del 3% y de la satrapía con la Administración central, sacando los cuartos bajo amenazas. Continuaron podemitas anticapitalistas, antisistemas, rufianes, sediciosos y prestidigitadores de una nova nació para reivindicar un Diccionario sin eñes.

Ahí tienen a sus líderes, Puigtonton, Forcadella, Tardón, Colau y Junquerete, incitando al personal y pasándose por el forro toda raíz que suene a España, olvidando que la Constitución es la norma suprema y garantía de nuestro pueblo.

A estas alturas, al Gobierno y sus aliados no les queda más que aplicar todos los medios a su alcance para enseñar a vocalizar la ñ, conduciendo hasta Villa Candao a quienes alteren su pacífico grafismo y propongan la sedición, a pesar de estos cuarenta años de convivencia.

Así que, tribunales al canto para quienes conculcan la ley y cuantos se refugien entre las bambalinas de la rebelión sintáctica y semántica.

Una vez dije que dejaran pasear a la cabra de la Legión por Barcelona. No fue posible. Ahora es tarde y serán los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado los que dejen sentir su presencia.

No sé que ocurrirá el 1-O pero si sé que no podemos permitir que España se rompa.

Fue Camus quien escribió: "Amo lo suficiente a mi país para ser nacionalista". O si no, relean aquel proverbio galés: "Por un clavo se perdió una herradura, por una herradura un caballo, por un caballo... y así hasta perder un reino". No podemos dejar que borren del diccionario la ñ de España.

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