F style="text-transform:uppercase">uera Apariciones Extemporáneas Sesgadas (FAES) esta especie de acróstico coincide con la Fundación, en vías de separación del PP, que preside Aznar. Como todo acróstico encierra una cierta intencionalidad en el marco de una coincidencia de letras unidas.

Naturalmente, no seré yo quien discuta la libertad de opinión de nadie, otra cosa es que esté o no de acuerdo con las mismas. Y esté o no de acuerdo con las mismas. Y esto me viene sucediendo con las apariciones, en los últimos años, del expresidente.

Siempre mantuve y ejercí el principio que afirma con rotundidad el hecho de que "el mismo día en que se accede a un cargo comienza la cuenta atrás para dejarlo". Quien no se mentaliza a ello tiene un alto porcentaje de posibilidades de acabar pasando por el diván del psicólogo.

Comprendo que quienes ostentaron poderes máximos tengan dificultades para adaptarse a su nueva realidad, pero esa es una cosa y otra "segarle la yerba bajo los pies" a la institución que en su día lo encumbró. Se puede discrepar de las líneas seguidas por sus sucesores, lo que no se debe y menos aún en el ámbito político es convertirlos en adversarios y generar una confrontación pública que solo beneficia a los verdaderos adversarios, que son los opositores.

Podríamos decir, en este caso, aquello de: "… Con amigos como éste no necesitamos enemigos..." y es que debería el ex aplicarse a sí mismo la superioridad ética de la responsabilidad por encima de la propia convicción, que dijera Max Weber. Hay señor Aznar órganos en su partido para defender las diferencias de criterio y no que haciéndolo en público debilita, aún más, la posición del Gobierno y por ende, la gobernabilidad de España, esa a la que dice defender.

¿Cómo puede hablar de reescritura de la historia; de asumir el relato del adversario; de acomplejamiento; de políticas económicas…? Naturalmente todo ello parte de un error de Rajoy "por no hablar en catalán en privado"; por no hacer el Pacto del Majestic y descabezar el partido en Cataluña; por no ir de ¡qué bueno soy! por la vida. Podría continuar, pero lo cierto es que cuando hablan desde FAES en el PP "sube el pan".

In illo tempore, su mejor argumento fue: "Lo que diga don Manuel". Pues ahora le toca a seguir a don Mariano. Así es la vida en la militancia democrática, sin obviar el debate orgánico argumentado y no sumiso como usted aceptaba con don Manuel.