Resulta notorio que el deseo de "Año Nuevo, vida nueva", no va mucho más allá de eso, un deseo y todo lo más un formalismo tradicional con fundamento de propósito, pero con escasas posibilidades de cumplimiento. No me estoy refiriendo al gimnasio, los idiomas, el tabaco… sino a las realidades de la vida cotidiana en casi cualquier ámbito y no llevamos una quincena del nuevo año y ¡vaya tela! lo que ya tenemos, aun obviando de manera directa al fugado en Bruselas.

Para empezar, el patético panorama de la nevada y, sobre todo, en la AP-6. Nadie se considera con responsabilidad directa en el atasco de vehículos y las consecuencias subsidiarias, cuando la realidad es que -aunque en distinto nivel de proporcionalidad cada cual- todas las partes han cometido errores e imprevisiones que, por otra parte, incidieron en las dificultades del rescate y el alto riesgo al que estuvieron sometidas las personas. Como siempre, los Grupos de Seguridad y la UME (los dos grandes aciertos de ZP, este cuerpo militar y la ley antitabaco) fueron quienes sabían qué y cómo hacerlo. Debo, no obstante, hacer una apostilla. Lo importante es lo sucedido, aun sin estar de acuerdo con ellos, no el lugar de ubicación de los políticos. Seguramente si hubieran estado en otro lugar y no en una ciudad andaluza quizás nos hubiéramos ahorrado ese debate.

Y tras someterme a 2,5 horas de meditación trascendental y relajación, me he sentido inspirado para escribir, pero enlazando con el final de lo anterior, con decisiones como éstas cómo no van a pensar que aquí todo es diversión, pandereta y a partir de ahora, meditación. Lo que hay que hacer para mantener votos y para parecer que cumple una sentencia que, realmente, no se quiere cumplir con lo que ponemos nuestro granito de arena en la peligrosa deriva que este país está tomando en el respeto a las leyes y su cumplimiento.

Por fin, reaparece ZPedro en todo el esplendor de su nivel demagógico como adalid de la defensa del pensionista anunciando un impuesto bancario aumentado junto con el de las transacciones financieras, orientado a la sostenibilidad de las pensiones y lo enfoca como una "deuda moral" por el rescate y por otra parte, si con esta medida no se llegan a alcanzar los 3.000 millones y el montante anual de las pensiones es de unos 140 mil millones, una de dos, o se explica mejor el cálculo impositivo o está haciendo demagogia.

Del "hábil y astuto", el amigo Arturo, hablaremos otro día pues ha demostrado que a la historia también se pasa por "malo". Verán, pues, que nada cambió, todo sigue igual.

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