Manuel / Gómez Marín

Alloza o la virtud de unos valores

Boxeador de amor propio, preside el Club Yoon, impulsor de todas las veladas de Huelva y provincia

LA familia Alloza es santo y seña del boxeo en Huelva por su dedicación, implicación y devoción. Aplicando una expresión metafórica y con el fin de facilitar su comprensión: Paco Alloza ya se puede morir tranquilo y con la conciencia en paz por los deberes bien hechos y, además, reconocidos. Ha cumplido con creces todo lo que se propuso y todo lo que su corazón le exigía en sus retos. Querer es poder: las mejores recompensas son aquellas que cuestan trabajo conseguir.

En la vida de un deportista o amante del deporte hay buenos y malos momentos. A Paco Alloza le ha llegado la consagración con su elección como árbitro AIBA a los Juegos Olímpicos de Pekín. Después de este alegrón se pasa por alto el sofocón por la intromisión política-deportiva entre 1992-1997 tras ser primer suplente en Barcelona-92. El refugio familiar le dio fuerzas para mirar hacia adelante.

Su amplio curriculum internacional con dos campeonatos del mundo, tres campeonatos europeos, campeonatos de España, preolímpicos y Juegos del Mediterráneo, además de estar presente en los grandes torneos AIBA, dejan un palmarés superando los 1.200 combates dirigidos y más de 3.000 asistiendo como juez. A este balance magnífico hay que añadir que fue un boxeador de amor propio, pero limitado por ausencia de entrenador, y preside el Club Yoon, auténtico impulsor de todas las veladas de Huelva y provincia.

El boxeo es catalogado como arte encima de un ring, de ahí que hayan surgido algunas críticas mal intencionadas cuando se analiza el apartado profesional. Eso sí, nadie discute el contrapunto de ver la elegancia del árbitro: bien peinado, vestimenta blanca planchada e inmaculada y su pajarita negra. El boxeo es un sentimiento para Paco Alloza y el placer se lo garantizan los púgiles aficionados por encima de los profesionales. El aire que se respira es más puro, sólo se busca el triunfo en el ring. El personaje: Paco Alloza y la cita Pekín.

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