Accidente

Se trata de una guerra declarada a la que casi ningún líder occidental ha respondido como se debe

A tenor de lo leído y oído de nuestras autoridades políticas, eclesiásticas y medios informativos casi en su totalidad, pareciera que lo ocurrido el pasado jueves 17 en Barcelona ha sido como un accidente. Han dicho y hecho, nuestras desautoridades, casi las mismas cosas que después de un accidente ferroviario o aéreo. Paz, serenidad, unidad, venceremos, minutos de silencio y aplausos. La ciudadanía, siguiendo el ejemplo que se le dicta desde el poder y desde los medios, responde como ya es habitual: velitas, flores, cartelitos, ositos de peluche y un etcétera de todos conocido. Nada de eso me parece mal cuando se trata de un accidente, pero si se trata de una guerra entonces ya me parece cuando menos insuficiente, si no inapropiado. Porque de eso se trata, de una guerra declarada por activa y por pasiva y a la que casi ningún líder occidental ha respondido como se debe hacer ante una guerra. Sólo el ex presidente francés François Hollande, declaró a Francia en guerra contra este enemigo y el presidente norteamericano Bush cuando el 11-S. Los americanos se han aplicado a esa respuesta y desde entonces, hace dieciséis años, no aparece por los Estados Unidos la bestia islamista. Una férrea política de inmigración, un desembarco de infiltrados en los círculos extremistas islámicos, unos bombardeos selectivos de las posiciones del Ejército Islámico, terrorista avistado, terrorista muerto, dos líderes de ese ejército de bárbaros quitados de en medio sin detenciones ni juicios costosos y encarcelamientos más costosos aún.

Una joven española entrevistada en televisión dio todas las claves: "¿Por qué a nosotros si somos un pueblo de paz? "Pues les decimos que no tenemos miedo". Mira querida, las guerras empiezan no cuando tú quiere,s si no cuando el enemigo lo decide. Tú puedes ser el Mahatma Ghandi, pero si el vecino dice que va a por ti lo normal es defenderse y no con minutos de silencio y aplausos. Y lo del miedo, jovencita, sólo decirte que es un mecanismo de defensa que tenemos incrustado en nuestros cromosomas y que sirve desde hace millones de años para alertarnos y ponernos en guardia contra el que viene a rebanarnos el cuello. Tener miedo no es malo si sirve para defenderte. No tener miedo con el enemigo en la cocina de tu casa haciéndola saltar por los aires, es un poco temerario, ¿no te parece? Conozco a un periodista con muchos años de trabajo en el mundo árabe, a un militar de alta graduación y a un empresario que han pasado por allí y todos utilizan la palabra guerra. Y yo también. Mientras más tardemos en admitirlo, mucho peor para todos.

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