Una suma de esfuerzos

El éxito de la Semana Santa es también un éxito del que disfruta la propia ciudad

Hoy es de esos días en los que todo el mundillo cofrade está contento, por aquello de que es el inicio de algo que este año sí que se espera que sea bueno en todos los aspectos. Lo será también en lo que es el tiempo y no es ninguna tontería. Hemos visto la frustración que produce dejar una cofradía en casa y no me digan eso de que es madurez cofrade, claro que sí, pero eso no quita que el personal se lo pase mal.

Así que este año todo se espera pletórico, al menos en lo que se refiere al buen tiempo. Habrá que desear que lo sea igualmente en el buen discurrir de las cofradías, superados problemas horarios y cuestiones tan lamentables como la Carrera Oficial en la Madrugada, este año suprimida.

Una vida cofrade que se asoma al Domingo de Ramos y con ello el esfuerzo de tantos, de cofrades anónimos que limpian la plata todavía. Hay que valorar que cuando una cofradía se pone en la calle hay detrás muchos esfuerzos, muchas horas de trabajo. Por ello es gratificante que este trabajo se reconozca, porque el éxito de nuestras cofradías es el éxito de la ciudad, que va a vivir unos días de intensidad en la calle disfrutando de cada esquina, del olor a azahar, de una buena marcha y de una revirá que hará volar los sentimientos del corazón más helado. Una Semana Santa que es una obra de todos, de muchos, del saetero que sube a un balcón a pie de calle le va a cantar al Nazareno como viene haciéndolo año a año, en una historia de devociones que se dan la mano con emoción y, sobre todo, con tradición arraigada en lo más personal.

Por eso la Semana Santa tiene el éxito que tiene, a pesar de los muchos envites que sufre. Hay que dejar a un lado todos a aquellos que desde fuera alzan su voz en contra de las cofradías. Se les escucha porque hacen mucho ruido, pero son muy pocos y la verdad es que no tienen seguidores. Si no que salgan cualquier día a la calle y verá el aluvión de personas que convive en estas jornadas.

Lo que sí preocupa es quienes desde dentro le dan tales meneos que no la debilitan porque las hermandades están sólidamente conformadas. Pero hay que estar atentos.

Hoy de lo que queremos hablar es de que es Domingo de Ramos, que esto es un esfuerzo de muchos y que hay que vivir con intensidad hasta el Domingo de Resurrección.

Y a los que gustan de tradiciones, ya saben que hoy es día de estrenos...

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