Análisis

José Ángel González

La sinrazón recreativista

El recreativismo está cargado de un tinte quijotesco que nos hace sentirnos valientes

No me pregunten por qué, porque no sabría dar la respuesta. En el fondo todo lo que rodea al recreativismo está cargado de un tinte quijotesco que nos hace sentirnos valientes ante cualquier envite, sea contra gigantes o molinos. Todo el potencial que vemos los aficionados albiazules en el Recre tiene su base en lo emocional y simbólico. Su decanato, su historia, su apariencia, su idiosincrasia, su límite, su locura… Todo es cuantificable desde el corazón pero en muy poco desde lo pragmático. Quienes damos mucho por él, en la faceta que cada cual juegue, sabemos que el pago al esfuerzo y a la entrega está en el bienestar personal que provoca saber que has enarbolado su bandera por unos días, sin más felicidad que el efímero momento de gloria casera.

Y en esa sinrazón recreativista, después de una semana desde que conocimos que un grupo inversor quiere comprar el Recreativo, sitúo ese hecho. La adquisición puede resultar histórica para Huelva porque eliminaría la mitad de la deuda del Decano de un plumazo. Un maravilloso sinsentido.

Es una sinrazón hacerse cargo de un club con ese nivel de deuda si quieren ganar dinero sólo con el fútbol. Hay equipos con menos carga financiera que pueden llegar a Primera con un proyecto deportivo ambicioso.

Es una sinrazón que quienes quieren dar ese paso, los inversores que traen de verdad el dinero, no tengan vinculación alguna con Huelva, más allá del portavoz elegido o de algún exjugador recreativista en la dirección deportiva.

Es una sinrazón que se busquen otras compensaciones económicas en este momento cuando cualquier decisión administrativa se mira con lupa por la justicia.

Todo es una sinrazón, románticamente razonable. Locos debe haber en todo el mundo, y quizás algunos con mucho dinero han venido a parar al paraíso de todos ellos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios