Análisis

Tuba solista de la Orquesta de Valencia

Un salto de calidad

Durante los últimos veinte años he tenido la fortuna, el honor y la responsabilidad de impartir clases de tuba y de música de cámara en los encuentros que la Orquesta Joven de Andalucía (OJA) organiza periódicamente. Y es de justicia dar las gracias a los Maestros Juan de Udaeta, Michael Thomas y Manuel Hernández Silva por haber contado conmigo para este cometido.

En 1997 fueron requeridos mis servicios para fundar, junto a otros profesores, la primera Brass Band de la OJA. En aquellos tiempos, muchos músicos de las bandas municipales, de las bandas militares y una gran parte de los profesores de los conservatorios de Andalucía procedían de otras tierras de España. Pero en la actualidad, gracias al buen hacer de la OJA y a las enseñanzas impartidas en los conservatorios y en las bandas de música de esta comunidad autónoma, son músicos andaluces los que ocupan la mayoría de estas plazas. Y también puestos de responsabilidad en toda España y algunos países como Alemania, Francia, Italia, China e India.

Hace 20 años era poco frecuente que Andalucía exportara instrumentistas de música clásica a otras regiones de España o al extranjero. Pero hoy es habitual, en gran parte gracias a los responsables artísticos de la OJA por su buena gestión, la excelente orientación pedagógica, el acierto en la planificación de las actividades musicales formativas y por la elección del profesorado. Yo he sido testigo directo durante estos años del enfoque adecuado que se ha dado a la enseñanza de la música clásica, también llamada música seria, en los encuentros organizados por esta orquesta, aprovechando el extraordinario talento natural que se tiene en el sur de España para cantar, bailar y tocar instrumentos musicales.

Se ha trabajado con paciencia y perseverancia, dedicando una especial atención a la música de cámara. Disciplina que ha contribuido sobremanera a la educación musical, artística y personal de los componentes de la OJA, porque la música de cámara enseña a tocar en equipo, a escuchar a la vez el propio instrumento y los que suenan a su alrededor, y a convivir en armonía, puesto que fomenta la sociabilidad entre compañeros.

Sabemos que la experiencia personal es la que nos hace aprender en todos los ámbitos de la vida. Se aprende a hacer algo, haciéndolo, y es por ello que el maestro Michael Thomas introdujo una estrategia encaminada a desarrollar las aptitudes innatas de los alumnos como potenciales profesores y directores: la autogestión de algunos ensayos de música de cámara por parte de los propios alumnos, sin la presencia de ningún profesor. También se ha dado mucha importancia a los ensayos por secciones, para preparar las obras programadas; y al trabajo individual con los profesores de las distintas especialidades instrumentales.

En consecuencia, el nivel de los músicos andaluces ha experimentado un salto de calidad grandísimo durante estos 20 años. Éxito que no hubiera sido posible sin el arduo trabajo de administración, gestión, organización, coordinación y producción, realizado por los responsables del Programa Andaluz para Jóvenes Intérpretes, y culminado con la eficacia y la amabilidad de los técnicos de la orquesta; como tampoco lo hubiera sido sin la ilusión y el sacrificio de todos los estudiantes que han formado parte de la OJA desde su creación, porque ellos son la razón de ser de esta institución, ya que, sin alumnos ansiosos por aprender, no hay maestros que puedan enseñar.

A los directores artísticos, equipos de gestión, músicos instrumentistas de la OJA y profesores colegas de todas las épocas y generaciones: ¡Enhorabuena y felicidades por trabajar en pro de la música con tanta dedicación y entrega!

Es un gran honor para mí formar parte de este proyecto.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios