Hoy vuelve a asaltarme esa sensación. Esa que surge cuando te da por profundizar en algo, por sumergirte en las profundidades para tratar de encontrar en el denso éter que forma aquello que tú habitas superficialmente, día a día, un porqué. Una razón última, fin y origen al mismo tiempo. La idea desnuda de ornamento, y de modos de comunicación, y de todo aquello que al tratar de interpretarlo o de hacérnoslo visible lo esconde; lo banaliza complicándolo; lo transforma comunicándolo. No tiene masa, ni volumen, ni siquiera tiene tiempo, porque dura menos que la porción más pequeña de este que podamos imaginar. Es un punto. Es una sensación. Y al mismo tiempo lo es todo en el mismo lugar y a la vez. Eso inexplicable es lo que hace que saltes al campo con el oval en las manos, con la boca seca, y el cerebro hecho un cóctel ilegible. Mantener la cabeza fría en esas circunstancias. La toma de decisiones. Mirar al rival. Es eso inexplicable lo que te utiliza para conseguir habitar en otros. Es el espíritu del juego.

En el viaje hasta encontrar sentido a todo el esfuerzo que hemos hecho y ahora hacen otros por hacer crecer al rugby se pasa una peligrosa -pero inevitable- fase de existencialismo. Dinamita tus pilares más firmes, y durante su travesía, lo que te parecían ideas con cimientos sólidos se antojan ahora estúpidas y ridículas. Es una fase en la que vuelves al lenguaje de la superficie del rugby para tratar de encontrar el camino hacia aquello que no se explica. Error. Parar durante esa fase y darse la vuelta es muy probable; pero si el que intenta atravesarla se ha visto en un ruck de alto voltaje, o en un partido sin posesión de balón, si ha pasado por lo que el rugby guarda, pasará al otro lado. Entrará en el corazón del juego y sólo entonces se recordará ese instante, esa sensación que siempre se repite, y llegará a la conclusión de que ahí habita el rugby. Cada uno tiene la suya, pero es la misma en todos. No te la pierdas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios