Análisis

Manuel gómez Marín

Un derbi de contrastes para un golpe de timón

El equipo de Pavón es un referente obligado a ganarse el respeto en cada partido

Recreativo y Atlético Mancha Real viven para la permanencia. Soñar despierto a falta de 9 jornadas entre sobresaltos. Separados por tres puntos, ahora disputan otros tres con mucho fundamento y de alto valor energético. De momento, el Recreativo ve el sol todavía entre nubarrones y su rival siente más agobio metido en la oscuridad, pero con el plus habitual de enfrentarse a un referente del fútbol nacional. Por tal motivo, el equipo de Pavón está obligado a ganarse siempre el respeto en cada partido.

Juanma Pavón y Rodolfo Bodipo aportan el sello recreativista. El onubense con ADN de origen, pero con menos partidos (80) que el sevillano (96) con impulso en Huelva para darse a conocer en su arranque de trotamundos del fútbol profesional. Ambos coincidieron en Segunda entre 1998 (media temporada tras la cesión de Pavón al Ceuta) y 2001 con Caparrós y Alcaraz.

Mancha Real con el cesado Juan Arsenal ofrecía un estilo de toques cortos y paciencia desde atrás para sacar el balón. Sólo 7 puntos en la segunda vuelta y una victoria en los últimos 13 partidos. Y la paradoja: equipo más encajador (51) y tiene en Airam Benito el máximo goleador (16). Bodipo debuta en un banquillo con la responsabilidad de puntos en juego y conoce bien al Recreativo (comentarista de Canal Sur) y sus prácticas en la etapa de Oltra. No se conoce la apuesta de su fútbol, si será más práctico para sumar. Un hándicap para Pavón, igual que el césped artificial.

El Recreativo es víctima de su presente inmerso en psicosis institucional. De su estado convulso a la tranquildad necesita un golpe de timón en el campo. Y son necesarios al menos 12 de los 27 puntos que restan en competición. Y fuera su perfil se asemeja más al exhibido de conservadurismo, que en Huelva no le vale cuando hay que tomar decisiones de propuesta de juego ofensivo. Un derbi atípico para llevarlo al terreno recreativista jugando con la ansiedad rival.

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