Todo avezado lector, leyendo el título del artículo habrá entendido que me dispongo a escribir sobre el cartel oficial de la Semana Santa de Huelva. Y si es así, ya he conseguido gran parte del mensaje que pretendía conseguir al disponerme a tratar este tema. Pienso que el cartel anunciador de la Semana Santa ha desembocado en una espiral que lo ha llevado a despreciar su función principal en detrimento de intereses secundarios.

No pretendo entrar a valorar la calidad artística de la obra pictórica, que personalmente creo que es extraordinaria. Ni en la valía del autor, que está más que demostrada y reconocida. Eso sí, me resulta curiosa la tendencia actual de muchas hermandades a crear una pinacoteca de afamados cartelistas que decoren las paredes más nobles de las distintas casas de hermandad. Creo que se piensa más en la futura decoración del inmueble que en la verdadera y principal función anunciadora del cartel en sí. También podríamos entrar en el debate del me gusta o no me gusta, pero creo ese tema tan personal se ha debatido profundamente desde la frialdad, injusticia y anonimato que dan las nuevas redes sociales. Tuvo su momento de gloria hasta que la llegada de otra noticia de mayor actualidad eclipsara para siempre el interés sobre el tema. Ese debate murió en enero, antes de imprimirse el cartel. Tampoco pretendo entrar a valorar si el cartel de este año identifica a la Semana Santa de Huelva o puede suplir a la de cualquier otra ciudad. Miren el cartel y que cada uno saque sus propias conclusiones.

Quisiera centrarme más en la fecha y actos de presentación del cartel oficial, pues actualmente dicha presentación se realiza pocos días después de pasar la carroza del rey Baltasar por la plaza del Ayuntamiento, casi con la decoración navideña y en pleno período de rebajas. El hecho de presentar el cartel oficial de la Semana Santa de Huelva en enero se me antoja a destiempo y poco integrado en la agenda cofrade onubense. Me gustaba una presentación más cercana a la Cuaresma, como pistoletazo de salida que reproduce en todos nosotros ese cosquilleo de sentimientos y recuerdos por todo lo que volveremos a revivir. Y todo eso se suprime por unos objetivos muy discutibles, a mi entender.

¿De verdad es necesario presentar o promocionar el cartel de nuestra Semana Santa en Fitur? Me parece loable que el Ayuntamiento de nuestra ciudad promocione el turismo e incluya como uno de los atractivos a nuestra Semana Mayor, pero ¿que se preste a esta labor el Consejo?

Por la misma lógica, se podía presentar también el cartel que anuncia la Romería del Rocío o incluso el de las Fiestas Colombinas. Pero claro, no todos se prestan a esto. La Hermandad Matriz del Rocío presenta su cartel el Domingo de Resurrección, comienzo de la Pascua que nos lleva a Pentecostés. Y no me cabe la menor duda que El Rocío y su romería son adecuadamente promocionados por el Patronato de Turismo, sin que la presentación del cartel de la romería sea necesaria. ¿Podrá nuestro Ayuntamiento promocionar turísticamente nuestra Semana Santa con otros recursos que no sean el cartel? ¿Se diseña nuestro cartel pensando en Fitur? ¿Qué ocurriría si la afamada feria de turismo cambiase de fecha?

Son interrogantes que me hago sin encontrar una respuesta lógica. Deseo un cartel que anuncie en la calle, la llegada de la Semana Santa de Huelva. Es posible que sin darnos cuenta estemos perdiendo el sentido del cartel oficial que editan las hermandades de Semana Santa de Huelva, un cartel que ya no identifica a la mayoría de hermandades, que sacan su propio cartel. Adelantar su presentación para exponerlo en Fitur, creo que ha sido un paso más a su pérdida de identidad y sentimiento de pertenencia.

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