Paciencia y rugby. No alcanzo a encontrar otro motivo que explique el crecimiento exponencial que está experimentando el Club de Rugby Bifesa Tartessos de Huelva. Paciencia y rugby van de la mano, y en este contexto son muchos los sinónimos que albergan estas dos palabras para calificar los cimientos sobre los que se ha construido el sólido edificio del rugby de base en Huelva. En una ciudad como la nuestra, este deporte está abocado a un crecimiento lento y trabajado; con poca o ninguna oportunidad de entrar en las casas de las familias a través del televisor; sus estrellas mundiales tienen nombres desconocidos para los más pequeños y pequeñas de la casa; sus reglas necesitan mucho esfuerzo para ser asimiladas y entendidas, y la guinda, una etiqueta irreal que le atribuye una violencia inexistente y que "atemoriza" a muchos padres tan sólo con imaginar a sus retoños envueltos en ella.

Ante esto, paciencia y rugby. Ambas de la mano. El rugby da oportunidades, convierte en héroes a aquellos que se pensaban negados para el deporte, obliga a la camaradería dentro del equipo, y además es el juego más divertido que existe. Paciencia porque lo que llega rápido se va rápido. No ha habido prisas, se ha construido una cantera que cada día ha ido mejorando sustentada por un núcleo sólido y solidario, jóvenes que han aprendido a jugar y que acogen como a hermanos a aquellos que, poco a poco, van llegando al equipo. Es otra cosa que crea adicción: sentirse amado por tus compañeros desde el primer día. "Si vas a salir a un campo de rugby a nuestro lado tenemos que querernos" parecen pensar. El Tartessos es esos jóvenes que están construyendo unos sólidos lazos de amistad que van a perdurar toda la vida. Sí, engancha. Paciencia y rugby, y asociado a este la excelencia. El trabajo serio de la directiva, y de los entrenadores y los delegados y los padres y los jugadores sénior. Hay que experimentar lo que se siente una vez pruebas este deporte. Es la llamada de la paciencia y del rugby, que te atrapa, o por el que te dejas atrapar. Hay que probarlo.