Número 4... la tradición

La moda actual es la de sacar todos los cultos de la Cuaresma

Apriori, el título de esta colaboración no significa nada. Incluso, el número cuatro pudiera ser que no le encontrásemos ninguna ligazón con la realidad cofrade. No obstante, el cuatro es un número, que en la simbología bíblica tiene una importancia capital, ya que, según los estudiosos, representa todo lo terrenal. Cuatro son los evangelios canónicos, cuatro los puntos cardinales, cuatro son los vientos, tal y como describía el profeta Ezequiel, cuatro los jinetes apocalípticos… y así un larguísimo etcétera. Pero no, no nos vamos a adentrar en el apasionante mundo de la numerología bíblica. Tomaremos del número cuatro su significado más terrenal, más del día a día. A raíz de la colaboración, en estas páginas, de mi amigo Miguel López, me quedé perplejo al observar que, es cierto, la Cuaresma se está quedando sin cultos. La pasada semana, segunda de Cuaresma, ninguna de nuestras hermandades celebró culto alguno. La moda, tal y como se apuntaba, es sacar todos los cultos de la Cuaresma. En las distintas parroquias de Huelva tampoco se observa mucho más movimiento, por lo que parece ser un mal endémico. Los cofrades nos vanagloriamos de ser albaceas y guardianes de nuestras tradiciones y por eso me apetece destacar, en este sentido, a la Hermandad del Nazareno. Y en este punto, volvemos a traer el cuatro. La Hermandad de la Madrugá onubense protege como símbolo, no sólo de la cofradía, sino de toda la Huelva cofrade, ese cuarto domingo de Cuaresma, que en la conciencia colectiva de Huelva, al menos en la cofrade, todos sabemos que es el domingo del Nazareno. En la doménica Laetare, la Hermandad del Nazareno celebra su función principal de instituto. Ese domingo tan especial, por las connotaciones litúrgicas que tiene, es casi una seña de identidad de los cultos de nuestras hermandades. Es una fecha que la hermandad cuida y mima hasta el extremo. El cuatro se pone de relieve, se hace terrenal, como en su sentido primigenio y hace que ese domingo sea como un primer e íntimo acercamiento, de los onubenes, al Señor de Huelva. Este domingo del Nazareno, domingo cuarto de Cuaresma, está situado en medio de este itinerario hacia la Pascua; tres domingos antes es primero de cuaresma y tres domingos después es el Domingo de Resurrección. Es un domingo especial, alejado de cualquier tendencia moderna. Pero la Hermandad del Nazareno abraza, como otra de las tradiciones de Huelva, las cuatro de la Madrugá, en la que el Señor, inicia su recorrido por nuestra ciudad. Son muchos los detractores que tiene este horario. Muchos, que en gran cantidad de casos, ni están en Huelva en la madrugá. Pero la hermandad, ajena a cualquier influencia, sigue manteniendo, con acierto, este horario. Otra vez el cuatro en las tradiciones de la Hermandad del Nazareno. Otra vez el cuatro en las señas de identidad cofrades de Huelva. Las cuatro de la madrugá, como hora excelsa de la Semana Santa de Huelva. Nada está tan fijo en nuestras tradiciones como esa hora, la cual, huye de modernas formas y lo que es más importante, nadie duda de su simbolismo. El cuatro tiene connotaciones terrenales y en Huelva esa hora, de las cuatro de la madrugá, la revestimos de un valor incalculable para Huelva. La Hermandad del Nazareno se abraza a lo terrenal del cuatro, manteniendo vivas tradiciones, que marcan la idiosincrasia de la Semana Santa de Huelva.

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