Análisis

pedro j. morcillo azcárate

Madrugada sin Carrera Oficial

La Madrugada debe ser la que quiere Huelva y ha vivido siempre junto al Señor y la Amargura

Dicen que lo peor es la insistencia, pues perdónenme pero en mi humilde opinión creo que siempre es positivo insistir en aquello en lo que se cree que es bueno y beneficioso. Estos días hemos podido leer en la prensa que la Hermandad del Nazareno solicita al Obispado de Huelva dispensa para no realizar la Carrera Oficial en la Madrugada del Viernes Santo, usando así otra vía para poder conseguir lo que viene solicitando en los últimos años y se le viene negando de forma sistemática.

Se abre así de nuevo un debate que está encima de la mesa cada cuaresma desde que la Madrugá de Huelva volvió a ser lo que siempre ha sido y dejó de ser un intento absurdo de algo que no existe ni existirá nunca. En esto, como en todo, uno tiene que escuchar y aguantar lo que no está en los escritos, y por el contrario la aptitud de la junta de gobierno del Nazareno siempre ha sido de lo más elegante: intentarlo, esperar respuesta y aceptar lo que se determine sin arengar a las masas en redes sociales y tertulias televisivas, sólo exponiendo sus motivos y haciendo análisis de la situación. Así, cada Madrugá la hermandad atraviesa, en contra de su voluntad, una serie de calles en las que hay unas estructuras cubiertas por unas telas azules, calles que el resto de la Semana Santa son por las que discurre la Carrera Oficial, pero que en la Madrugá se encuentran sucias, con sillas y vayas apiladas, y ocupadas por un público al que no le interesa lo más mínimo lo que está viendo. Se da así una imagen que flaco favor le hace al conjunto de la Semana Santa de Huelva, y no sólo a la hermandad. Resulta que es sólo durante la Carrera Oficial donde vemos estas imágenes desoladoras, ya que una vez que la hermandad abandona esta por Cardenal Cisneros, el público vuelve a recuperar las calles para acompañar a la cofradía. Entonces, si por las calles por las que discurre la Carrera Oficial, y únicamente por ellas, se ven y viven escenas que rozan lo dantesco, exponiendo a nuestra Semana Santa a imágenes que no se corresponden con la realidad, si el escaso público que presencia el paso de la cofradía por dicho recorrido no tiene el más mínimo interés en lo que está viendo, si la propia cofradía se ha mostrado contraria a pasar por esas calles, si su recorrido no afecta a ninguna otra cofradía porque es la única que recorre las calles de Huelva a esas horas, si la hermandad desde su fundación en siglo XVI sólo ha realizado Carrera Oficial en los últimos 29 años, y si se probó en el año 2013 no hacerla y fue un éxito, por eso no se puede estar empeñados en condenar a la hermandad al absurdo de atravesar unas calles que de Carrera Oficial sólo tienen las estructuras de los palcos

Debemos de tener presente en este debate que la Madrugá y la Hermandad del Nazareno tienen unas connotaciones especiales que van más allá de la Semana Santa y que se ven reflejadas en la historia de Huelva y de la cofradía. Y aunque la relación que El Nazareno y Huelva mantienen en la Madrugada del Viernes Santo de forma histórica está muy por encima de este tipo de debates, es bueno llegar a un acuerdo que beneficie a todos y no perjudique a nadie.

Nos alegra que la lógica y la razón permitan que la Madrugá vuelva a ser sola y exclusivamente la que quiere Huelva y la ha vivido siempre junto al Señor y María Santísima de la Amargura.

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