Análisis

pedro cintado

Crisis en las juntas de gobierno

El Año de la Misericordia fue proclamado a través de una Bula Papal de Francisco I Misericordiae Vultus el 11 de abril del año 2015, dando comienzo el 8 de diciembre de este mismo año, abriéndose la Puerta Santa de la Archibasílica de San Juan de Letrán, para concluir el 20 de noviembre de año 2016, para celebrar el 50 aniversario de clausura del Concilio Vaticano II.

Decía nuestro delegado diocesano de hermandades, en una entrevista realizada para este periódico, que en la provincia de Huelva, actualmente había 16 gestoras rigiendo el gobierno de hermandades.

Creo que es un dato importante, que nos debe llamar a una larga y profunda reflexión, principalmente porque nos debe entristecer, que finalmente sea la autoridad eclesiástica, la que tenga que intervenir e imponer su autoridad, para lograr una solución para el gobierno de las hermandades. Y lo peor de todo, es que muchas veces, dicha intervención es totalmente necesaria y su ejecución, forma parte de la mejor solución posible.

También es un hecho real que muchas juntas de gobierno actuales, están bajo mínimos de personal y funcionando con muchas bajas de oficiales, que no se han cubierto, tras sus respectivas dimisiones. Y hablo de todo tipo de hermandades, incluso importantes, grandes.

Estos datos me chirrían bastante y me escuecen muchísimo, principalmente, porque pienso que estamos ante un problema de extrema gravedad, tan grave como que torpedea en la mismísima base de operaciones de cada hermandad, su Junta de Gobierno. Además, no creo que la solución ante semejante panorama sea esperar a verlas venir, pues la inactividad ante este problema, puede pasarnos una factura impagable en el futuro. Si el problema lo tenemos en la cocina por falta de cocineros, difícilmente saldrán buenos platos, aunque tengamos los mejores camareros y por ahora, las mesas cubiertas. A la larga, los comensales se irán a degustar lo bien cocinado a otras ciudades, por muy capitalidad gastronómica que seamos.

Nuestro obispo don José, en su mensaje cuaresmal de este año, haciendo alusión al Sínodo que el Papa Francisco ha convocado para todos los jóvenes del mundo, invitaba a ir hacia Él, encontrar su mirada, escuchar su voz, sentir su impulso a ponerse en camino.

Y noto que los jóvenes cofrades, actualmente, se acercan a Jesús de muchas y variadas. Participan activamente en las hermandades en su Estación de Penitencia como nazarenos, acólitos, músicos, costaleros, ayudantes de priostía… Además, pienso que se ha avanzado bastante en la integración de la mujer cofrade y podría decir que, actualmente, no existe distinción de sexo en las distintas actividades donde participa la mujer cofrade joven.

Confío en la integración real de los jóvenes en las juntas de gobierno de las hermandades, como una solución valiente y natural a la grave crisis de gobierno que existe actualmente. Los más mayores, por desgracia, andamos enfrascados ante problemas viciados con el tiempo, muchas veces fastidiándonos unos a otros y con pocas intenciones de cambiar nuestros posicionamientos iniciales.

Urge promover y realizar acciones específicas para fomentar la implantación y mejora del funcionamiento de los grupos jóvenes de las hermandades. Para ello, pienso que se debe dedicar más empeño en buscar y designar a la persona apropiada y responsable de su formación, que teniendo en cuenta la situación actual, debe ser prioritaria e inaplazable para las juntas de gobierno actuales. El responsable de formación o de juventud, no puede seguir siendo un oficial secundario. De hecho, me pregunto: ¿no debería ser una prioridad mayor o al menos igual, que la búsqueda de un capataz, prioste o director de banda?

Posiblemente mi respuesta se conteste sola, al ver los resultados actuales. Las bandas de música. Los besamanos y los ensayos de costaleros repletos de jóvenes, mientras que en los cultos y las reuniones de juntas, brillan por su ausencia.

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