Hace algún tiempo, este que suscribe tuvo un intercambio de pareceres con el eterno presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol, Eduardo Herrera. Y no fue por temas tan polémicos como los que ahora se destapan en los medios de comunicación, sino porque consideraba que el organismo regional no velaba por los intereses de los clubes modestos, a la postre los que sostienen el cortijo. Hecho el artículo, el presidente se manifestó desmintiendo y acusando al mismo tiempo. Con el paso de los años se ha demostrado que el fútbol en Andalucía sigue estancado y que los clubes sufren lo indecible porque las competiciones establecidas no tienen soporte para el aguante de las entidades, desde Almería hasta Huelva, desde Córdoba hasta Cádiz. Eso dicen los clubes.

Aquel desencuentro surgió por la controversia generada por la antigua Primera Andaluza que conformaban en Andalucía Occidental dos grupos, Cádiz-Huelva y Sevilla-Córdoba. El lastre para los equipos onubenses era evidente y así se fundieron muchos equipos en pocas temporadas. Y en vez de rectificar y poner a Sevilla con Huelva, por ejemplo, partieron por el camino de en medio y se inventaron otra categoría, División de Honor.

Ahora, el diario As desvela que la juez ha declarado nulas las últimas elecciones a la presidencia de la Andaluza. Y está el escándalo develado por Okdiario. Algo huele mal. Y ya no se trata de lo exclusivamente deportivo. La supuesta compra de voluntades ha impedido que los clubes se plantaran en su momento. Al fútbol le falta valentía. Y el problema es que cuanto más se escarbe, más huele. En fin. A ver si alguien tiene los bemoles suficientes como para plantar cara y que se limpie el ambiente de una vez por todas. Porque de lo contrario siempre estaremos sometidos. Y así no podemos aspirar a nada. Los clubes tienen la palabra. La unión de los clubes. Algo que hasta el momento ha brillado por su ausencia.

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