Con sorpresa e incredulidad, el director del colegio onubense Manuel Siurot recibió la noticia de su nominación hace apenas unos días. Pero siempre con su equipo directivo por bandera, Luis Carlos insiste en que su trabajo no sería posible sin el todos los trabajadores del centro, "desde el jefe de estudios hasta el conserje. Mi equipo es lo mejor que tengo. Cada uno lleva su parcela pero vamos al unísono, aunque lo mejor que tenemos en el colegio son los 680 niños que dan vida a todo este tinglado". Se siente impresionado por competir por el premio con el rector de la Universidad de Huelva pero, a la vez orgulloso y agradecido. Desde hace ya nueve cursos, Luis Carlos es el director de un colegio por el que han pasado muchas generaciones y, por tanto, "muy querido en la ciudad". Llegó a su despacho en el curso 1999-00 con la ilusión de hacer realidad muchos proyectos que por entonces el colegio necesitaba.

"Cuando me propusieron ser el director del colegio me sorprendió porque era algo que en lo que nunca había pensado". Pero nueve años después este director agradece que sus compañeros le propusieran la idea en aquel momento "porque he aprendido mucho como persona, he limado mi carácter y mi personalidad en este trabajo continuo que es precioso". Le encanta trabajar con la gente, razón por la que la apasiona su trabajo ya que "a diario trabajo con la niños, maestros y padres, quienes a veces me dan muchos quebraderos de cabeza pero las alegrías también son muchas. Es un trabajo muy vivo".

El nominado explica que cuando él y su equipo directivo se hicieron cargo del colegio, el centro necesitaba una buena reparación y "nos pusimos manos a la obra". La primera misión fue democratizar la vida interna del colegio, es decir, "abrirnos a nuestros propios compañeros, a los padres y a las madres y al alumnado".

A partir de aquí, según explica el director, empezaron una escalada con el fin último de ofrecer una enseñanza de calidad acorde con los tiempos ofreciendo a las familias todos los servicios posibles. El aula matinal, el comedor, muchas actividades extraescolares o la apertura del colegio durante todas las vacaciones son algunos de lo logros que han conseguido y que facilitan la vida de las familias.

Con todo, Luis Carlos explica que iniciaron un proceso para ofrecer una enseñanza de calidad apostando por la innovación, "una de las señas de identidad del colegio". Para ello, el colegio se integró en la red Escuela espacio de paz, que pone en marcha proyectos para educar en igualdad y llevan a cabo un plan de evaluación tutorial "por el que los padres nos felicitan, algo que nos colma de orgullo".

Además, el centro también se ha embarcado en las últimas propuestas de la Junta como la integración de las TIC en la escuela, el bilingüismo la apertura del centro con otros colegios de la ciudad. Aunque con escepticismo, Luis Carlos se alegra por la nominación y aclara que "tan solo la candidatura es un gran reconocimiento".