Su nombre completo es Fabián Jowers Tomlinson y a través de una ONG que ha fundado, junto a su esposa e hija, 'Música para salvar vidas', salva a niños de África, concretamente de Uganda, que son víctimas de atentados contra la humanidad que ocurren en diversos países de este continente. Así, de la mano de su propia familia, Fabián Jowers los recoge y les da una oportunidad en la vida a través de la música y enseñándoles oficios en escuelas que han montado él y su esposa Elisabeth Michot. Forman coros con niños y niñas de diferentes edades que cantan y bailan danzas típicas de su país y con el dinero que recaudan, normalmente de patrocinadores, sostienen los colegios de los poblados en los que viven, reciben educación y, sobre todo, están a salvo. Estos niños vienen a España dos veces al año para hacer conciertos con el grupo que han formado, 'Música para salvar vidas', que dirige Elisabeth, con lo que, poco a poco, van financiando el futuro de estos niños huérfanos y abandonados para que un día sean libres y autónomos.

Todo comenzó en un viaje que Fabián Jowers Tomlinson hizo con su esposa a África. Se encontraron con una realidad muy difícil de la que desconocían su verdadera crudeza y en la que los niños eran protagonistas. No pudieron mirar hacia otro lado y decidieron ayudar como ellos mejor saben: a través de la música. Así nació 'Música para salvar vidas', una organización española sin ánimo de lucro, aconfesional y apolítica, fundada en 2004 con sede en Madrid y declarada de carácter social por el Ministerio de Asuntos Sociales. Se trata de un proyecto de autoayuda a través de la música y de la realización de conciertos, haciéndose cargo de los niños hasta que puedan valerse por sí mismos, pero se trata de un proyecto a largo plazo con el fin último de que los pequeños con los que trabajan puedan ayudar a su país desde dentro.

Rescatar la dignidad humana de niños huérfanos dándoles una educación, construir un hogar-escuela de música, fomentar en ellos el sentido de la honestidad y de lucha contra la corrupción, darles una profesión, un modo de vida o ayudarles a crearse un negocio propio y colaborar con otros dos orfanatos de manera más directa en Gulu y Soroti, son los cinco objetivos que guían la actividad de esta organización.

Ahora, este riotinteño, de familia inglesa, está totalmente entregado a "sus niños", como a él le gusta decir, y pasa la vida entre tribu y tribu en África, buscando a niños abandonados para reintegrarlos, educarlos y prepararlos para que estos sigan la cadena de ir salvando a niños para una vida decente.

El grupo de los pequeños de este onubense ha actuado recientemente, en mayo de 2007, en Minas de Riotinto, con los coros de 'Música para salvar vidas', y ahora en la pasada Navidad, en Aracena, en el Club Inglés de Bella Vista de Minas de Riotinto y en la A.F.A. El Campillo, terminando en Córdoba y Dos Hermanas, después de haber estado también en algunas capitales como Sevilla, Madrid, San Sebastián, Pamplona, Santiago, Valencia y en el Palacio de la Música de Barcelona. Toda una obra de recuperación de niños huérfanos en un continente que necesita mucha ayuda.