Cultura

Un viaje virtual al 2 de Mayo

  • La muestra 'Un pueblo, una nación' se abre en Madrid hasta el 28 de septiembre

La exposición Madrid, 2 de mayo 1808-2008. Un pueblo, una nación, inaugurada ayer, invita al espectador a realizar un viaje virtual en el tiempo, con una recreación histórica de lo sucedido el día de la sublevación del pueblo madrileño contra el invasor francés a modo de túnel hacia el pasado. La muestra, comisariada por el escritor Arturo Pérez-Reverte, podrá visitarse hasta el 28 de septiembre en el Centro Arte Canal.

A la exposición se accede a través de un cubo exterior en el que se han instalado pantallas de vídeo de más de ocho metros de altura. Para lograr ese viaje en el tiempo, la exposición cuenta con piezas originales y reproducciones de distintos objetos de la época, como estampas, soldados de plomo de los dos ejércitos que recrean el campo de batalla, reproducciones, cañones -uno de ellos original-, uniformes de la Guardia Imperial y trajes habituales de la época. Asimismo, el visitante puede observar las armas de uno y otro bando, como aperos de labranza, tijeras o hachas de la parte española, y trabucos y sables de las tropas francesas, todo ello conjugado con recursos audiovisuales de última generación que sitúan al espectador en el contexto histórico del momento.

Los siete ámbitos de la muestra explican los antecedentes, el detonante del levantamiento, la ofensiva realizada por el ejército francés, la guerrilla urbana que combatió contra la invasión, la lucha entre ambos ejércitos, el paisaje posterior a la batalla, y una memoria final con las consecuencias de los hechos acontecidos y el listado de las personas, con nombres y apellidos, que murieron en el levantamiento.

Pérez-Reverte, que ha querido montar una exposición "didáctica" y "narrativa", recuerda que en aquella fecha no se sublevó toda la nación española, sino las gentes "más humildes", que dieron, según el famoso autor, "una lección de humanidad y decencia" al mundo.

Entre los elementos más llamativos, hay dos vídeos que recrean los fusilamientos del 3 de mayo, retratados por Goya, y que sitúan al espectador en primera línea de fuego, así como el velatorio de Daoiz y Velarde, con un ventanuco por el que, con un llamativo juego de luces, se ve como amanece y va transcurriendo el día hasta que llega el anochecer. El constante sonido de la batalla en la calle, el tronar de cañones, el silbar de sables y el relinchar de caballos persiguen al visitante durante toda la muestra, que culmina con un espectacular montaje audiovisual que se inicia el 2 de mayo de 1808 y concluye con el Madrid actual.

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