Marina Heredia. Cantaora

"No todo lo que se vende como flamenco lo es, entiendo que haya gente que lo critique"

  • La granadina presenta hoy en el Gran Teatro (21:00) su tercer disco, un completo álbum que lleva su nombre y que refleja a una artista asentada en sus raíces, capaz de aportar la frescura de sus 30 años al cante antiguo

-Huelva no es, precisamente, territorio desconocido para usted.

-Pues no, porque he actuado en la Peña Flamenca Femenina y en otras peñas. También he estado en festivales como los de Ayamonte, Moguer o Beas. Esta noche me estreno en el Gran Teatro.

-Esta noche presentará a los onubenses su tercer disco de estudio, Marina.

-Es un repertorio clásico en donde hay una gran representación de cantes de Granada, como los fandangos del Albaicín, los tangos de Graná, alguna letra de soleá. Es un homenaje a mi tierra.

-También rinde tributo a cantaores de renombre, incluido su padre, Jaime El Parrón.

-Hay homenajes a la Paquera de Jerez, hay una bulería que se llama Entre chinos, del Chino de Málaga. A mi padre le dedico una soleá. Para mí él es muy importante en mi carrera, está orgulloso de mí y sufre porque tiene un gran sentido de la responsabilidad. También es muy exigente.

-Incluye unas alegrías compuestas por el bailaor Juan Manuel Fernández Montoya Farruquito.

-Yo sabía que Juan era compositor, porque ya hecho cosas para Niña Pastori, para Montse Cortés o para sus espectáculos. Estábamos preparando el repertorio del disco y se me antojaron unas alegrías. Y hablando con él un día por teléfono, le pregunté que si tenía algunas. Me dijo que sí, que recién empezadas. En menos de una semana me las mandó acabadas. Son larguísimas. Pude elegir lo que quise. Me ha quedado en el cajón material para hacer dos o tres alegrías más suyas. En la Bienal de Sevilla tuve la suerte de podérselas cantar y me las bailó.

-¿Cómo será la puesta en escena esta noche?

-Muy elegante a la vez que sencilla. La hizo Hansel Cereza, que fue director de escena de la Fura dels Baus. Tengo muchas ganas de estar en el Gran Teatro de Huelva, del que me han dicho que tiene muy buenas vibraciones. Espero que la gente salga muy contenta.

-Marina fue designado por la Crítica Nacional de Flamenco como el mejor disco de cante flamenco de 2010. Competía con los de Enrique Morente y Fernando Terremoto. Casi nada.

-Cuando me dijeron que estaba nominada, ya me di por satisfecha. Me sorprendió muchísimo estar ahí. Pero cuando me llamaron de segundas para decirnos que nos lo habían dado fue una explosión de alegría. No sólo para mí, sino para El Bola, que es el productor del disco, para mi marido (el torero Pedro Pérez Chicote), para mi padre, para todos los que hemos participado en este trabajo.

-¿Qué palos del flamenco son sus predilectos?

-Muchos. La soleá, las seguiriyas, los tangos de Graná, los fandangos del Albaicín, las malagueñas... El que más me gusta es la soleá, pero alguna vez llego al escenario y ese día se me da mejor la bulería. Me influye mucho el estado anímico.

-¿Cuáles son los más complicados?

-La soleá y la seguiriya. Difíciles, pero me gustan los retos (risas).

-Es una de las cantaoras más importantes del panorama nacional. Pero empezó bailando.

-Bailaba de niña con Estrella Morente, con mi prima Jara Heredia y otras niñas del Sacromonte. Era un poco más por aquello de ponerte los tacones y pintarte un poco el ojo. Se me daba fatal y a Estrella igual (risas). Éramos malísimas. Al final nos cambiamos de acera.

-¿Se considera una flamenca purista?

-Sí, pero no un sí completo. Defiendo que para ser flamenco hay que tener una base, que es lo puro, lo antiguo, lo clásico. Lo que nos han dejado grabado los viejos. Son los cimientos para que puedas realizarte como artista. Me gusta la renovación pero con criterio. El camino es el camino, aquí no hay autopistas. No todo lo que hoy se vende como flamenco lo es y entiendo que haya gente que critique eso.

-El flamenco, Patrimonio de la Humanidad. ¿Qué le parece?

-Bien, pero no he visto que haya repercutido en nada en los artistas. No me sirve que me reconozcan un trabajo de generaciones y generaciones si no nos están ayudando a defenderlo, a organizarnos y a que un flamenco tenga sus derechos y sus obligaciones.

-Se deja notar la crisis.

-Mucho. No me puedo quejar, pero dependemos en gran parte de los ayuntamientos porque son los que subvencionan los festivales. Y los ayuntamiento están tiesos todos. Si tienen que recortar en algo, lo hacen primero en el ocio.

-Fue la primera mujer en cantar flamenco en el Auditorio Nacional de España.

-Hace tres años. Yo abrí un programa de la Junta de Andalucía. Fue un honor: por ser el primer flamenco, mujer y gitana.

-Conoce bien a los onubenses Arcángel y Argentina.

-Arcángel y yo empezamos juntos con Eva la Yerbabuena. Yo tenía 18 años y él, 20 o así. Argentina es más nueva, pero es un pedazo de artista. De las jóvenes es la que más me gusta.

-¿Quién es su artista de cabecera?

-Camarón. Para mí ha sido el pilar fundamental de la banda sonora de mi infancia y de mi aprendizaje.

-Tiene un hijo pequeño. ¿Le gustaría que se dedicara a esto o le tiran más los toros, como a su padre?

-A mí me gustaría que fuera notario (risas). Que gane dinerito y no se juegue la vida ni le critiquen. Pero será lo que quiera ser. Ahora mismo está obsesionado con el fútbol. El padre es del Madrid y él del Barcelona y tienen unas peleas todos los días... Pero creo que si tiene que tirar para algún lado, lo hará para el de los toros.

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