Cultura

El último trozo del cuadro perdido de Magritte completa su puzzle

  • La tecnología desentraña 'La pose enchantée', la obra que el pintor cortó para reutilizar el lienzo

Exposición reciente de Magritte en Brujas (Bélgica).

Exposición reciente de Magritte en Brujas (Bélgica). / efe

El último fragmento de La pose enchantée, un cuadro de René Magritte perdido durante décadas que el pintor cortó en cuatro para reutilizar el lienzo, se descubrió ayer en Bruselas, en un proceso que confirma cómo la tecnología es una gran aliada para desvelar los misterios del arte.

La parte superior derecha de la obra ha resurgido así detrás de Dieu n'est pas un saint (Dios no es un santo), un óleo pintado por Magritte entre 1935 y 1936, lo que pone fin a un enigma de más de 80 años y permite reconstruir virtualmente una obra que aporta datos significativos al relato del artista.

La reconstrucción de este cuadro, de 1927 y del que gráficamente solo había localizada una fotografía en blanco y negro fechada en 1932, ha sido fruto de un trabajo que arrancó en 2013 en Nueva York, cuando el MoMA analizó Le portrait (El retrato), un bodegón de 1935 con una loncha de jamón y un ojo en el centro, y descubrió en él un lienzo oculto. En el proceso habitual de análisis de las obras antes de las exposiciones, los conservadores del MoMA descubrieron con rayos ultravioleta que el lienzo escondía la parte superior izquierda de esa obra perdida, y contenía la mitad de uno de los dos cuerpos femeninos gemelos que posan sobre dos columnas clásicas. Magritte (1898-1967) decidió deshacerse de esa obra en 1935 porque la consideró "irrelevante", próximos al estilo del Picasso de la época, que no representaban "lo que Magritte esperaba de sus obras años después", explicó el director de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, Michel Draguet.

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