Cultura

Los secretos del 'Tránsito de la Luz'

  • Romero Santana quiere que esta colección quede "en un cubo de cristal en un lugar entre Lepe y La Antilla" · La exposición volverá, durante los cuatro verano próximos, a Las Cocheras del Puerto

Enrique Romero Santana habló en los Desayunos de la Fundación Caja Rural del Sur del motivo que le llevó a realizar la serie Tránsito de la luz, que después de itinerar por lugares como Sevilla o Vigo llega a la sala de Las Cocheras del Puerto. El éxito cosechado ha llevado a que se prorrogue hasta final de mes. Una exposición que sorprende en cuanto al número de visitas, porque abierta prácticamente sólo en el periodo estival, supera ya las 4.000. "Cruzar el parque con la calor de agosto para ver la exposición es porque interesa", dice Romero Santana. La muestra volverá a Las Cocheras al menos cuatro veranos más, aunque su autor estudia la posibilidad de otras exposiciones durante el invierno.

Una colección que el artistas quiere conservar completa, pues es la forma de entender el proyecto que le llevó a su ejecución, como es el tránsito de la luz que hay sobre el agua. Un tríptico es su origen, lo pintó para Las Cocheras del Puerto. "Una masa de agua, con la luz del amanecer, en la izquierda; en el centro, el mediodía, y, a la derecha, el atardecer", explicó el pintor. Aquello es el lago Michigan, con sus más de 600 kilómetros, con olas en invierno, pero igualmente puede ser el mar de La Antilla. La luz sobre el agua es lo que quiere captar en los cuadros, sus distintos momentos. "De mi casa al estudio paso a diario junto al lago y me ofrece colores distintos en cada momento". Luego, al llegar al estudio, "pinto una línea horizontal y, sobre esta, recreo el agua desde memoria; así, al mediodía parecía La Antilla, de niño era un gran observador del mar y eso se quedó grabado en mí y está ahí, en estos cuadros", recalca.

Para Enrique Romero Santana, esta exposición era todo un sueño tras crear el tríptico para el Puerto de Huelva. La ocasión la ofreció la concesión de la medalla de Andalucía. "No tenía sentido que me concedieran este reconocimiento y no se conociera aquí mi obra, por llevar tanto tiempo en Chicago". Así que dejó a un lado su mirada al espacio urbano para plantear esta serie que es promovida por la Junta de Andalucía.

Una primera exposición sobre las paredes del convento de Santa Isabel, de Sevilla. Luego en Vigo, donde la falta de espacio suficiente llevó a la obra a ser suspendida del techo. Ideas que se conjugan para ofrecer la exposición de Las Cocheras del Puerto que, según el propio autor, ofrece "las sensaciones extrañas y bellas que tiene el mar". Consigue que esté rodeada de una magia, envuelta con la música de la escuela de Viena, que le acompañó cuando pintaba estas obras, junto al rumor del mar. Suspendida en un espacio a oscuras, con una iluminación especial que la resalta, en la que no se proyecta la sombra del espectador, "parece como una televisión de plasma". Una disposición irregular de la obra le lleva a navegar en perspectivas diferentes, con luces distintas según el ángulo del que se está mirando; además, el mármol pulido del suelo hace que se reflejen los cuadros, "primero ves uno y luego aparece otro". Romero Santana pretende que la colección quede recogida en un cubo de cristal, entre Lepe y La Antilla, "para que se pueda seguir disfrutando de esas distintas sensaciones de la luz sobre el mar". Aunque ahora mismo todo son ideas, le gustaría que participara la Universidad de Huelva y que allí hubiera alumnos pintando.

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