Fuente Ovejuna trata de la rebeldía de un pueblo contra los abusos de la autoridad. Ellas no tienen pueblo -porque ninguno las quiere-, no saben, ni les importa, quién es el Alcalde o el Presidente del Gobierno, y la mayoría no sabe leer ni ha votado jamás.

Sin embargo, estas mujeres, que no necesitan hablar de la marginación de los pobres porque ellas, con toda su dignidad, son la marginación y la pobreza, han triunfado en los escenarios de media España, incluidos el Teatro Español de Madrid y el Lliure de Barcelona -cosa que ningún grupo teatral andaluz había logrado antes- y unos cuantos festivales internacionales.

Esta increíble aventura nació a raíz de la apertura, en 2008, de la nueva sede del TNT (que dirige Ricardo Iniesta al igual que la compañía sevillana Atalaya), a 250 metros de El Vacie, ese antiguo asentamiento gitano en Sevilla que ningún gobierno ha logrado - o ni siquiera ha intentado- erradicar. A partir de unos talleres que la actriz de Atalaya Silvia Garzón llevó a cabo con algunos de sus pobladores, surgió en el citado centro de investigación teatral la idea de montar con algunas mujeres una pieza teatral. Pepa Gamboa, la prestigiosa directora sevillana, fue la encargada de dirigirlas y también la que eligió el título que las llevaría a la fama, La casa de Bernarda Alba de Lorca, estrenada en el mismo TNT el 17 de octubre de 2009, Día mundial contra la Pobreza y la Exclusión.

El éxito alcanzado y la gran atención mediática suscitada no ha cambiado un ápice sus vidas en El Vacie, aunque ellas admiten que muchos las reconocen por la calle "y que ya las dejan subirse a los taxis".

Todas tienen claro que no son actrices profesionales, aunque el llamado "veneno del teatro" ha anidado en algunas, que acuden con frecuencia al TNT como espectadoras y no ocultan su deseo de dar continuidad a estos proyectos ocasionales. "Los niños no saben nada de pequeños y van aprendiendo poco a poco; pues yo creo que nosotras también podríamos hacerlo; a mí me gustaría mucho seguir trabajando como actriz, y también aprender a leer, para no tenerme que preparar los papeles con ayuda de mi nieta...", dice Rocío Montero, cuya imagen como Bernarda ha dado la vuelta al mundo gracias al cartel de la obra.

En la mente de Iniesta y de todos estuvo siempre realizar un nuevo montaje y ha sido de nuevo el talento de Pepa Gamboa el que ha llevado a la elección de la obra de Lope. Una pieza llena de fuerza pero realmente complicada, entre otras muchas cosas por conceptos como el de "pueblo", que ellas no conocen, y por un brillante lenguaje en verso que el conocido autor Antonio Álamo, responsable de la dramaturgia, ha intentado simplificar y adobar sin que se pierda el espíritu de Lope de Vega.

"Es cierto que no podemos entrar en todas las cuestiones que plantea la obra, pero me gustaba el hecho de que, por primera vez, era una mujer la que proponía una rebelión. También la honra tiene mucha importancia para ellas...", dice Pepa Gamboa, quien añade respecto al proceso de ensayos: "la verdad es que se lo pasan genial; cada vez se concentran más y sienten más curiosidad por el texto. Hay mucho respeto y cariño entre todo el equipo". Al igual que con Lorca, el elenco se ha completado con dos actores profesionales, en este caso la actriz de Atalaya Beatriz Ortega y David Montero, que interpretará al Comendador.

El proyecto ha reunido a un gran equipo de colaboradores. Además de Antonio Álamo, Pepa Gamboa ha contado con Joaquín Galán como ayudante y con Antonio Marín y Maite Álvarez para el espacio escénico y el vestuario respectivamente. Por otro lado, dado el origen portugués de las actrices -curiosamente, nada familiarizadas con el flamenco-, Pedro G. Romero ha elegido algunas músicas populares portuguesas que han dado lugar a un bonito trabajo de coros, marca de la casa Atalaya-TNT.

El estreno de Fuente Ovejuna tendrá lugar el próximo octubre, tras la Bienal de Flamenco, para la inauguración de la temporada del Teatro Central. Directamente desde El Vacie llegarán: Rocío Montero, Lole del Campo, Carina, Sandra y Pilar Ramírez, Ana Jiménez y Rocío Rivas.