Proyecto pionero El elenco de músicos y cantantes está formado por jóvenes palestinos

La ópera debuta en Ramala

  • La Fundación Barenboim ha estrenado en la capital palestina 'La sultana de Cádiz', una pieza inspirada en la música del maestro Arriaga, el Mozart español

La magia y el misterio se funden en un antiguo cuento popular árabe que narra la historia del hijo de un pobre pescador que se dedicaba a vaguear en la escuela causando el enfado de sus profesores. Sin embargo, su belleza y dulce voz fueron las mejores bazas para atrapar el corazón de una joven princesa.

La dramaturga Paula Fünfeck ha rescatado del olvido esta sencilla historia en el libreto de La sultana de Cádiz, un proyecto musical pionero en los territorios palestinos que lleva el sello de la Fundación Barenboim-Said.

Se trata de una ópera en dos actos con música inspirada en las composiciones del maestro español Juan Crisóstomo de Arriaga (1806-1826) creada ex profeso para la fundación y que cuenta con la batuta de la directora de orquesta Anna-Sophie Brüning. El elenco está formado por jóvenes músicos y cantantes exclusivamente palestinos que participan en los proyectos de formación instrumental y coral impartidos por los profesores europeos de la fundación que dirige Daniel Barenboim en Ramala. Entre esas nuevas promesas de la lírica, destacan los solitas Enas Massalha y Marwan Shamiyeh, músicos palestinos que estudian y trabajan en Europa y que desarrollan su carrera vinculados a los proyectos que el director hispano-argentino-israelí tiene repartidos entre Oriente Próximo y Occidente.

En esta ópera, que se estrenó el pasado martes en el Cultural Palace de la capital y cuya tercera y última función está prevista para esta noche, participan además dos jóvenes músicos españoles, Pablo Martos y Rafael Molina, antiguos alumnos de la Academia de Estudios Orquestales con sede en Sevilla.

En un país donde acceder a la cultura es una tarea titánica, la creación de un ópera de estas características supone una humilde pero valiosa esperanza para quienes creen en la música como la mejor manera de entendimiento entre culturas.

Varias han sido las instituciones que han apoyado este proyecto, entre ellas la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Fundación Vízcaina Aguirre, que ha cedido a la Fundación Barenboim-Said la documentación del maestro Arriaga, un compositor bilbaíno del siglo XIX quien, a pesar de haber fallecido poco días antes de cumplir los veinte años, es conocido como el Mozart español por su proverbial talento.

La prematura muerte por tuberculosis le privó de seguir componiendo obras del alcance de su ópera Los esclavos felices, que creó a los catorce años, edad de muchos de los palestinos que han participado en La sultana de Cádiz.

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