arte

Con los ojos cerrados del sueño

  • El Museo Picasso dedica una amplia y variada exposición a estrellas del surrealismo como Leonara Carrington, Maruja Mallo, Frida Kahlo y Dora Maar

Contemplando esta exposición no dejo de pensar en Fernando Martín Martín y la trascendencia de su sabiduría. Ha sido una de las voces más preclaras en el conocimiento del surrealismo; alguien que ha aportado mucha sensatez y claridad a una tendencia que, por su propia entidad y dimensión conceptual, muchos han sido los que han argumentado asuntos de escasa fiabilidad en torno a una realidad artística con infinitos matices. El profesor de la Hispalense fue el último que entrevistó a Maruja Mallo y, sin duda alguna, el máximo conocedor en España de la figura de Remedios Varo. Walter Gruen, su tercer marido, fue amigo suyo y ponderaba el profundo conocimiento de Martín sobre un tema al que algunos han llegado muy vacíos de ideas.

Llevaba tiempo esperando con ansiedad la inauguración de esta muestra que presenta a alguna de las pintoras que más han llenado mi pasión de diletante en ejercicio, Angelita Santos, Maruja Mallo, Leonora Carrington y, por supuesto, mi admiradísima Remedios Varo. Una exposición que trasciende mucho más allá del arte de género y que sólo incide en el estamento creativo con mayúsculas de una serie de artistas a las que el ser mujer no les supone absolutamente nada.

La muestra exhibe los enigmas creativos de Claude Cahun y la fotografía de Lee Miller

Es la cuarta exposición que el Picasso de Málaga presenta con la mujer como artista de pleno derecho en un mundo protagonizado por hombres. Tras Sophie Tauber-Arp, Hilma af Klint y Louise Bourgeois llega una amplísima muestra que recoge el esclarecedor trabajo de dieciocho artistas que, sin pertenecer al movimiento surrealista, vinculado siempre a los hombres, llevaron a cabo una obra profundamente surrealista, paralela en trascendencia artística a la que realizaron los grandes nombres de esta tendencia, marcada conceptualmente por un desarrollo representativo tangente a una realidad ampliamente superada en fondo y forma.

Más de cien obras conforman una muestra que nos hace transitar por el patrimonio artístico de unas mujeres que, como ocurre con sus compañeros surrealistas, potenciaron un arte que, desde los años veinte del anterior siglo, abrió imprevisibles rutas para establecer plásticamente situaciones mediatas salidas de mentes lúcidas con grandes dotes para escenificar asuntos presentidos.

Eileen Agar, Claude Cahun, Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja Mallo, Lee Miller, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Ángeles Santos, Dorothea Tanning, Toyen, Remedios Varo y Única Zürn componen un catálogo impresionante de práctica surrealista de altísimos vuelos. La muestra ha llegado desde importantes museos y colecciones y, bajo la comisaría acertada de José Jiménez, se ha conformado un cuerpo expositivo que lleva la concepción plástica de estas artistas al plano único de un Surrealismo que cambió diametralmente los esquemas artísticos para potenciar nuevos registros sacados de un pensamiento que formalizaba espacios representativos con diferentes realidades.

Las mujeres surrealistas, muchas de ellas con una existencia descarnada y abiertamente trágica, plantean una obra mediata a la realidad canónica, transgrediendo los espacios de lo real y estructurando un nuevo desarrollo escénico donde tienen cabida los más inesperados asuntos.

Como decía Charles Baudelaire, "la mujer es la que proyecta más luces y más sombras a nuestros sueños", y en el caso de las mujeres surrealistas éstas fueron capaces de ver más allá y crearon un mundo que trasciende de lo real y transportan su mirada a un nuevo espacio para crear, en la más absoluta libertad, una realidad especial totalmente transgredida desde la habitual posición.

La exposición, con obras muy dispares y distintas entre sí, nos hacen mirar con los ojos cerrados del sueño y traspasar el espejo para encontrar un nuevo universo de bellas sensaciones. Escenarios pararreales que teatralizan la realidad presentida de Leonora Carrington y que nos hacen compartir los particularísimos oficios en el mágico universo de Remedios Varo; pasajes imposibles del entorno feriado y a contracorriente de Maruja Mallo; la historia cargada de tragedia en las vidas de Ángeles Santos y Frida Kahlo; el impacto visual de la obra de Meret Oppenheim, la primera mujer surrealista; los retratos inquietantes de Valentine Hugo; el universo imposible de Leona Delcourt -Nadja-; la magia metafísica de Kay Sage, la que fue esposa de Ives Tanguy, tras cuya muerte ella se suicida; las fotografías llenas de carácter de Dora Maar, una de las mujeres y musas de Picasso; las imágenes de Germaine Dulac, que fue una gran cineasta; los enigmas creativos de Claude Cahun; el arte completo de Marie Cerminova - Toyen- que llegó a ser figura esencial del surrealismo, junto a Breton; las escenas extraídas de un espectacular mundo onírico de Leonor Fini; el misterio consciente o inconsciente en la obra de Dorothea Tanning, cuya escultura encierra los más amplios segmentos de esta expresión artística; las complejidades conceptuales muy bien organizadas plásticamente de Unica Zürn, aquella que, también, terminó sus días trágicamente; la trascendente fotografía de Lee Miller; así como la realidad transgredida de la bonaerense Eileen Agar. Dieciocho conceptos artísticos que asumen un universo de complejidades indefinidas portadoras de las más abiertas perspectivas.

De nuevo, otra gran muestra temporal en los lúcidos ambientes del Picasso de Málaga; un lujo para la mirada y un gozo supremo para el espíritu.

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