La galaxia indie en la que se ha convertido España en los últimos años cuenta con un nuevo centro. Brillante, importante, indispensable, único. Isla Cristina ha llevado a la madurez a su festival en sólo cuatro años, a una posición para el respeto, la admiración y la devoción en la música de este país. Bien lo saben quienes han pasado este año por el auditorio isleño, llamados por una propuesta que ha alcanzado una nueva dimensión en la jornada final. Un broche inimaginable con Micah P. Hinson, Exsonvaldes y Saint Etienne.

El Santa Teresa South Pop Festival 2011 ya es historia. Sin duda, el mejor aval para pensar en la próxima edición. Porque lo del día de ayer fue sobresaliente.

Por tener la oportunidad de ver en directo a Micah P. Hinson, habitual ya en España, pero recreando el mundo de The Pixies e interpretando íntegramente su mítico Trompe le monde. Más si se acompaña de una referencia patria como los aragoneses Tachenko, reconvertidos para la ocasión en The Pionner Saboteurs.

Éste ha sido uno de los grandes reclamos del festival isleño este año, introducción a la traca final que continuaron anoche Exsonvaldes y Saint Etienne.

Los franceses se han ganado a pulso una posición preferente en el panorama indie y cuentan ya con su propia masa de seguidores. Hasta Isla se acercaron muchos de ellos, empujados también por el anuncio de la esperada electrificación de sus guitarras.

El plato fuerte llegó después con los británicos Saint Etienne, lanzados a la cima por la organización. "No hubiéramos imaginado tenerlos ni en un millón de años", dijeron desde Green Ufos.

El público, desde luego, agradeció la apuesta, entregado ante el escenario, en pleno subidón tras un festival excepcional en todos los aspectos. Porque también gustaron ayer Linda Miranda, Laetitia Velma y LCMDF. Y sobre todo Dominique A y Catpeople en la jornada inaugural del viernes.

A ello se le suma una organización que cada vez cuida más los detalles, el buen ambiente, enriquecido por los dj's en las piscinas de los hoteles, degustaciones culinarias, la barbacoa de despedida y un clima excepcional. Porque el indie también necesita un poco de sur.

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