Cultura

'Un mundo sin fin', de Ken Follet, ya bate récords

  • Su editorial puso ayer a la venta 525.000 ejemplares

Las intrigas medievales que apasionaron a los millones de seguidores de Los pilares de la Tierra volvieron ayer a las librerías españolas con su secuela, Un mundo sin fin, la novela del galés Ken Follet, que aspira a arrasar estas navidades. La editorial Random House Mondadori puso a la venta 525.000 ejemplares, la mayor cantidad de libros jamás colocada en España en un solo día, por encima de las cifras de la serie de Harry Potter, y ayer mismo anunciaba que ponía en marcha una reimpresión de 175.000 ejemplares más para hacer frente a la "extraordinaria demanda". La editorial cree que, atendiendo a los primeros datos de ventas, la primera edición del libro "se va a agotar durante la campaña de Reyes".

Las librerías se engalanaron para recibir a los compradores: la FNAC de la madrileña plaza de Callao se llenó de motivos medievales, mientras la barcelonesa La formiga d'or, en el Portal del Angel, decoró toda su fachada. Otras, como la FNAC de Bilbao, optaron por abrir a media noche. A buen seguro agotarán los ejemplares, ya que Un mundo sin fin ha encabezado ya las listas de ventas de Estados Unidos, Inglaterra e Italia. Follet, que vendió en España 5,5 millones de Los pilares de la Tierra, se ha hecho de rogar, ya que ha tardado 18 años en publicar la secuela.

La narración se centra en el mismo pueblo, Kingsbridge, pero casi dos siglos después, en 1327. Los protagonistas son cuatro niños, algunos de ellos descendientes de los personajes de Los pilares de la Tierra, que jugando en el bosque presencian dos muertes y el entierro de un documento. A partir de ahí sus vidas se entrelazarán en el amor, la injusticia, la crueldad y la venganza. La primera mitad narra la vida en el poblado, con la lucha entre los mercaderes y el priorato, tejida de conspiraciones, mientras que en la segunda parte los protagonistas viajan, con el telón de fondo de la peste negra y la guerra de los cien años que enfrentó a Francia e Inglaterra.

Por encima de buenos y malos, triunfan los personajes inteligentes, que son, sobre todo, mujeres. Fuertes y decididas, son las grandes dominadoras de esta historia, una clave que se repite en las novelas de Follet. La pega que los críticos han encontrado a la historia es el carácter de la heroína, Caris, una feminista impensable en la época, un anacronismo psicológico que el lector puede pasar por alto dentro de la trepidante intriga.

Aunque la novela ya está a la venta, para ver a Follet en España habrá que esperar hasta el nueve de enero, cuando el autor se acerque a Vitoria para presentarla. El motivo es que el autor se ha inspirado en la rehabilitación de la catedral gótica de Santa María, en Vitoria, para ambientar la novela. Follet visitó hace unos años el templo, del siglo XIII, y se enamoró de la arqueología en directo que se aprecia en sus paredes desequilibradas. Si las iglesias se esconden mientras se rehabilitan, en Vitoria se ha hecho al revés. Sin bancos, púlpitos ni confesionarios, con el suelo excavado donde se ven los esqueletos de las tumbas, la vieja muralla que sirvió de cimiento o las grietas centenarias, el templo es una escuela de todos los errores que los hombres han cometido durante siglos intentado restaurarla. Es lo que cautivó a Follet y lo que ha trasladado a Un mundo sin fin, la novela que aspira a fascinar como su predecesora. Desde ayer, los lectores que se animen a disfrutar de sus 1.179 páginas tendrán la respuesta a la pregunta obvia: ¿Será tan buena como Los pilares?

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