reunión del patronato Hoy habrá un encuentro para definir el certamen

El mundo de la Cultura apuesta por el Festival Iberoamericano

  • Hay una crítica directa a los patronos: "La muestra no se salva desde la confrontación" · La crisis afectará, pero "la imaginación debe estar para hacer una edición digna a estos 38 años de vida"

Las últimas declaraciones de los patronos del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva lo han vuelto a poner en jaque. El delegado de Educación, Cultura y Deportes, Vicente Zarza, se estrenó en el cargo afirmando que la deuda que tiene en estos momentos el Ayuntamiento con el Festival de Cine "hace casi inviable el desarrollo de la próxima edición". La diputada de Cultura, Elena Tobar, se suma a este órdago coincidiendo en que si el Consistorio no abona su deuda el certamen se verá afectado en su próxima edición. La respuesta del Ayuntamiento, en palabras del concejal Manuel Remesal, la encamina a lo que la Junta de Andalucía le adeuda al consistorio, más de 10 millones de euros en diversos conceptos. La realidad no es otra que la pérdida de grandes patrocinadores externos deja a la muestra sin una inmediata liquidez hasta poder cobrar las distintas partidas de las instituciones.

Hoy se reúne el Patronato del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, que de entrada tiene cartel presentado en Colombinas y una reducción de dos días: será del 18 al 24 de noviembre.

El mundo de la Cultura local, ante esta situación, muestra su apoyo al Festival, entendiendo que si la crisis afecta a esta 38 edición no debe poner en peligro la continuidad del mismo, urgiendo a la imaginación, como en otros periodos que consiguió hacer realidad el Festival en estas cuatro décadas. No sin antes dar un toque de atención a los políticos que más que acercar posturas y buscar soluciones, en lo que están es en la confrontación, de la que en ningún momento el beneficiado es el certamen y su futuro.

José Luis Ruiz, fundador y primer director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, considera que la crisis lo envuelve todo, pero de alguna forma hay salidas para sobrevivir. "Es una cosa coyuntural -dice-, es una crisis para todo y para todos y la Cultura que, a pesar de ser la identidad de un país, también se ve afectada". La solución está "en la imaginación y el equipo actual pienso que puede responder de manera adecuada con una edición que corresponderá a la situación que tenemos". En el futuro, "lo que todos quisiéramos es un presupuesto adecuado, sino es así hay que hacer un Festival lo suficientemente digno al prestigio alcanzado en estos 38 años. Recuerda que en la llamada época dorada del Festival "el dinero no sobraba y había que ingeniárselas para que el Festival tuviera poder de convocatoria y lo tenía". Se refiere a los patronos , que deben ser consciente que el Festival "es la base cultural de la ciudad y un escaparate en España para Iberoamérica, y eso no se puede perder, habrá que adecuarse al dinero que se tenga". Pero igualmente es bastante claro: "El Festival no se salva desde la confrontación política".

El director de cine Antonio Cuadri no sólo ve fundamental el mantenimiento del Festival, sino que apunta a la necesidad de adaptarse a la ley de mecenazgo, para hacer frente a los recortes por la crisis. "Las grandes empresas -apunta- son las que tienen que hacerse cargo no sólo de su aportación en este Festival, sino en otras manifestaciones de la Cultura". Es el modelo anglosajón, "no veo otro camino", porque ese mecenazgo "ofrece sus beneficios fiscales". Un interés que está hoy más justificado cuando ese cine que siempre ha defendido está emergiendo con grandes talentos; "además, está en conexión con el público, que es el que tiene que disfrutar".

El crítico cinematográfico y uno de los pioneros de la muestra onubense Vicente Quiroga señala que ante el problema económico actual "hay que buscar la autofinanciación y dejarse de las presiones políticas; se presenta el cartel y están todos juntos en la foto y luego cada uno va por su lado". Pone, igualmente, la atención en el hecho de que la muestra haya podido caer en la rutina, faltando imaginación. Las claves están en "buscar nuevas formas de financiación y patrocinio" y sabiendo que el cine latinoamericano tiene sus limitaciones "buscar nuevas propuestas, sin cambiar las claves de la muestra, como se hizo del cine europeo en coproducciones latinoamericanas y europeas".

Para el pintor Víctor Pulido "sería una pena que se perdiera el Festival de Cine" y se pregunta "cómo hay otros, como el de Málaga, que acaban de llegar y están ahí arriba y el nuestro tiene estos problemas; habría que estudiarlo detenidamente". Insiste, "sería una pérdida grande, está dentro de un circuito de realizadores interesantes", pero estamos en el "momento de sacudir pulgas y la crisis es perfecta para ello". "Con Eduardo Trías se han hecho cosas interesantes en el Festival, pero ahora no hay dinero y también es lógico que exista quien pueda pensar que si no hay dinero para pagar a los empleados, cómo se ayuda a un festival".

Antonio García, director de las Escuelas de Artes y Oficios y presidente de la Asociación de Artistas Plásticos de Huelva, alerta de todo lo que se está paralizando en materia cultural por la crisis, pero entiende que hay que llevar adelante los proyectos con los medios que se tengan al alcance, buscando la viabilidad y en ello considera se debe estar con el Festival de Cine Iberoamericano. Comprende que ante la situación de crisis actual, pueda haber opiniones encontradas. Él es de los que opinan que "hay que llevarlo hacia adelante" y para ello es bastante crítico: "Hay que acabar con las muchas zancadillas de los políticos, es necesario una voluntad de apoyo".

"Hace años, Golpes Bajos cantaba aquello de "malos tiempos para la lírica"; ahora, el golpe bajo (y en los bajos) se lo han dado a la cultura y los tiempos son heridores", dice el poeta y escritor Juan Cobos Wilkins. "Tiempos vampíricos para la cultura -dice-, pues traen una sangría para sus diversas manifestaciones. Una de ellas, el cine. A todos los problemas que padece el sector se suman los que recientemente vienen a extremar aún más su debilitada situación, a contribuir con su ciego desacierto a la agonía, al ahogamiento". Y nuestro Festival de Cine Iberoamericano, a punto casi de los 40 años, "ve subir el agua en su línea de flotación". "El buque insignia de los eventos culturales que, desde Huelva, trascienden las fronteras, resulta tocado".

"Como el mar rojo para Moisés (aquí cabría decir para Charlton Heston, según Cecil B. DeMille), el Atlántico se abría para dejar transitables caminos de celuloide de uno a otro continente". Recuerda así aquellos primeros tiempos "cuando los onubenses sentían como suyo el Festival y esos días el centro de la ciudad era una fiesta. Ya no queda ni una sala de proyecciones en el núcleo central urbano. Y el Festival se encuentra, como el mismo patrón de la ciudad, asaeteado". Señala que es "tan penoso como indignante y produce esa vergüenza ajena que, al parecer, y por los hechos, no debe ser ni siquiera rubor en quienes la provocan". Espera que el Festival no esté solo ante el peligro, que no le aguarda ese triste epitafio de "entre todos lo mataron y él solito se murió". "Quiero creer -apostilla- que la blanca pantalla, como la vela de un barco de ida y vuelta entre Europa y América, sigue siendo un lugar en donde proyectar nuestros sueños".

Cartel anunciador

de una muestra

dedicada a Perú.

El Colón de Oro,

galardón que entrega el

Festival de Huelva.

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