Cultura

El legado de Bruce Lee

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- Producción: Tailandia, 2008.- T.O.: "Ong Bak".- Duración: 97 minutos.- Dirección: Tony Jaa.- Guión: Ek Iemchuen y Nontakorn Taveesuk.- Fotografía: Nuttawut Kittikun.- Música: Terdsak Janpan y Banana Record.- Montaje: Thanapat Taweesuk y Tanta Sunsin.- Intérpretes: Tony Jaa, Sorapong Chatree, Sarunyu Wongkrachang, Nirut Sirichanya, Suchao Pongwilai

Largo y fructífero ha sido el legado de Bruce Lee, bailarín y líder mediático, figura inefable e irrepetible de las artes marciales en el cine, denostado por muchos por adiestrar en estas disciplinas orientales a algunas celebridades occidentales. Ídolo mítico de aquellas películas que nos llegaban de Extremo Oriente que popularizó el "jeet Kune Do", con el aire nuevo y renovador de un cine que se hizo imprescindible pero que luego deformaron imitadores execrables. Su inconfundible personalidad ha tenido algunos continuadores de una u otra forma famosos como Jackie Chan, estimulador del "kung fu", y Jet Li, con su inconfundible "Wushu". Ahora cuentan con otro seguidor a quien algunos consideran el legítimo heredero del inolvidable Bruce Lee: Tony Jaa.

En una trepidante mezcla de historia y artes marciales Tony Jaa, el fetiche de este género en Tailandia, ha sido el artífice total de esta película coreografiando y dirigiendo toda la realización, cuyo rodaje, dicen, fue una pesadilla. La filmación se demoró demasiado y produjo un crisis nerviosa a Tony Jaa, presionado por los productores hartos de tanta demora. Se paró toda actividad y se produjeron ciertos problemas financieros. Seis millones de euros eran demasiados para las posibilidades económicas del cine tailandés. Cineastas como Prachya Pinkaew, que dio la fama a Tony en el primer "Ong Bak: El guerrero Muay Thai" (2003) y su mentor, Panna Rittikrai, le prestaron su valiosa ayuda, lo que permitió que el protagonista y director recuperase su ritmo de rodaje y terminara el film con un éxito notable en su estreno y con un final tan abierto que ya se habla de una tercera parte.

Esta historia nada tiene que ver con la anterior presentándonos el cuadro clásico de una venganza, continuación de su precedente. El hijo de un noble asesinado, rescatado de niño por unos bandoleros e instruido en todo tipo de técnicas de lucha, tratará de hacer justicia con los homicidas. Se recobra aquí el tono clásico de ese cine épico de acción frenética y el despliegue de secuencias espectaculares donde las artes marciales desarrollan su característica más significativa, al estilo de las más recordadas películas de Bruce Lee, con toda su carga dramática y esa estética propia del Khon Dance y el llamado "Natayuth", influencia de las danzas tailandesas, que demuestra las notables aptitudes de Tony Jaa, para hacer de estos enfrentamientos toda una gozada para los amantes de este tipo de cine, que, además, devuelven a esta especialidad cinematográfica su talante más realista y violento, alejándose de las triquiñuelas voladoras de las que se ha abusado tanto en los últimos tiempos.

Exhibición tanto del boxeo tailandés con luchas cuerpo a cuerpo como de los paisajes del bello país asiático, "Ong Bak 2", es una de las variaciones del "thai" con las reminiscencias históricas del cine de Hong Kong. Tiene todos los aspectos de un diligente lucimiento plástico en algunos pasajes que Tony Jaa ha sabido aprovechar con valiosa utilidad estética y coreográfica. En todo caso ha tratado de encontrar también y en muchas ocasiones lo ha conseguido, un notable equilibrio entre la acción violenta y la filosofía oriental a modo de fábula animada y dinámica en muchos momentos, entre la codicia, la ambición, la cólera y el amor. Hay secuencias espectaculares como el combate con la participación de los elefantes y otras que no lo son tanto, especialmente aquellas que no cuentan con la acción que es el aspecto que mayor lucimiento tiene en la película y supongo resulta del máximo atractivo para sus admiradores.

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