Cultura

"Hay que hacer del CAAC un lugar para la experimentación"

  • El nuevo director del centro, Juan Antonio Álvarez Reyes, inaugura en Madrid la muestra 'La vida en ningún lugar', una selección de obras de la colección Iniciarte

Un día después de ser nombrado oficialmente director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) en sustitución del ahora responsable artístico del Museo Picasso de Málaga José Lebrero, Juan Antonio Álvarez Reyes protagonizó ayer en Madrid su primer acto arropado por representantes de Cultura, entre ellos la titular de la Consejería, Rosa Torres, y el director general de Museos, Pablo Suárez. "Ni siquiera he tomado posesión", se excusaba el extremeño en el Centro Cultural Matadero de Madrid, donde presentó la exposición La vida en ningún lugar, una selección de obras de la colección Iniciarte, el programa puesto en marcha hace cuatro años por la Junta de Andalucía para fomentar la actividad de artistas emergentes.

Ante la atenta mirada de Torres, con la que tuvo la mañana de ayer "el primer contacto", Álvarez Reyes no quiso entrar en detalles sobre su proyecto para el centro del Monasterio de la Cartuja, "seleccionado por unanimidad", precisó. "No sería ético ni profesional anunciar algo así en Madrid. Se hará en Sevilla cuando llegue el momento", afirmó el crítico de arte extremeño, cuyas primeras gestiones al frente del CAAC, según adelantó, consistirán en reunirse con "los políticos" y con "la gente del sector [del arte]". "Buscaré lógicamente la continuidad, porque la programación que hay hasta después de verano es muy buena y respeto mucho el trabajo del anterior director", dijo Álvarez Reyes, otro de cuyos objetivos será impulsar la "evolución" y la "transformación" del centro.

"No hay que olvidar que el CAAC es un centro de arte, no un museo, y por tanto, como corresponde a este tipo de espacios, hay que hacer de él un lugar para la experimentación", continuó su nuevo director, que echó mano de una cita del escritor Robert Musil -"a las ciudades, como a las personas, se las conoce en el andar"- para justificar su apuesta por "los procesos". "Yo no tengo ninguna varita mágica, se trata de ir testando [sic] las propuestas", dijo. Propuestas que aspirarán, entre otras cosas, a modificar la cualidad de los visitantes del espacio, para que éstos sean antes "usuarios" que espectadores "pasivos". "A mí me gustaría que el público construya de alguna manera el centro", añadió Álvarez Reyes, quien también apostó por reforzar el CAAC como "lugar para la producción y distribución" de obras y discursos, y como plataforma "de utilidad evidente para la comunidad artística donde está asentada", es decir, para los creadores sevillanos.

La vida en ningún lugar, que permanecerá en el Matadero de Madrid durante los dos próximos meses y con la que la Junta pretende paliar la ausencia de un stand institucional propio en Arco, que ayer abrió sus puertas para la prensa y profesionales del sector artístico y mañana lo hará para todo el público. Álvarez Reyes, comisario de la exposición, ha seleccionado para la ocasión obras de 14 artistas y un trabajo del colectivo Zemos98, todas ellas, explicó, relacionadas con algún tipo de manifestación del no-lugar, un concepto ligado radicalmente a la modernidad y acuñado por el antropólogo francés Marc Augé.

Descampados y solares en los bordes de las ciudades, muros semiderruidos y asediados por la vegetación, tómbolas de feria de pueblo y centros comerciales son algunos de los no-lugares retratados en fotografías y vídeos por Tete Álvarez, Fernando Baena, Nuria Carrasco, Santiago Cirugeda, Juan del Junco y Cristina Lucas, entre otros artistas; trabajos que "nos hablan -dijo Álvarez Reyes- de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que vamos a ser", y que capturan, cada uno a su manera, la extraña condición de estos lugares de paso, alejados de las experiencias "vivenciales" y entre los que se encuentra también, señaló, la televisión.

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