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"Hay que hablar de la guerra, pero hay que hacerlo bien"

  • Javier Cercas navega por su pasado familiar en 'El monarca de las sombras', su nueva novela.

Javier Cercas, durante una reciente visita a Sevilla.

Javier Cercas, durante una reciente visita a Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

El escritor Javier Cercas echa la vista atrás a su pasado familiar en El monarca de las sombras (Random House), una indagación sobre su tío abuelo Manuel Mena, que murió en la batalla del Ebro luchando por el ejército franquista y en el que el autor aborda de nuevo la Guerra Civil. "No digo que ya no debamos hablar de la guerra, lo que pasa que hay que hacerlo bien", comenta.

En este sentido, Cercas niega que la memoria histórica se haya vuelto "una industria", pero pide que "sea sometida a crítica". "Ha habido un mal uso de la memoria, que se puede equivocar y nos puede engañar. La institucionalización de la memoria es peligrosa", añadió este miércoles en la presentación del libro.

El autor expica que el origen de esta obra -que tiene "paralelismos" con otras anteriores como Soldados de Salamina y El impostor- era el de "mirar al propio pasado de frente". "Me avergonzaba que mi familia hubiera sido franquista y mi tío abuelo mi héroe, pero uno viene de dónde viene y hay que hacerse cargo de eso", señala.

De hecho, Cercas cree que esa postura de huir del pasado es algo habitual en la sociedad española, que tiende a "edulcorarlo". "Eso se puede entender en un determinado momento, pero no es necesariamente bueno. La industria de la memoria tiene un uso perverso y, como dijo Todorov, no se puede sacralizar nada", afirma.

En este sentido, apunta a los medios de comunicación como principales responsables de crear "la dictadura del presente". "Vivimos la ilusión de que hay un presente eterno que lo explica todo y que el pasado es una cosa remota que solo interesa a frikis que se pasan el tiempo en archivos", lamenta. 

Por ello, reivindica la labor de sus libros, que hablan de "un presente ensanchado" y, en especial, de Soldados de Salamina, al que califica como "un libro fundamental para la reivindicación de la memoria histórica, incluso cuando nadie la reivindicaba".

De nuevo en El monarca de las sombras, el escritor extremeño juega con la ficción, aunque en una mínima proporción. "Todos los personajes son reales, lo que no significa que cada libro tenga sus propias reglas. Aquí hay ficción, poca, pero la hay, y ese hecho hace que se convierta todo el libro en ficción", explica.

Así, por las páginas de este libro saltan personajes como David Trueba (quien llevó al cine la adaptación de Soldados de Salamina) o la propia madre del autor, quien para él es "la verdadera protagonista". "En realidad, sólo mi madre hablaba de este particular Aquiles, aunque lo que yo creo es que lo hacía para inculcarme que ese chico murió para nada", indica. 

Es por ello que Cercas considera que El monarca de las sombras es una obra "belicosamente antibelicista". "Mi pregunta siempre fue por qué alguien se apunta a una causa equivocada y muere en una guerra. Estoy de acuerdo con lo que se dice al final del libro, que mi tío abuelo no murió por la patria, sino por una panda de hijos de puta que envenenaban cerebros", critica.

Preguntado sobre el efecto que ha tenido la escritura de esta novela, asegura que, aunque "sea un cliché que la literatura es terapéutica", tiene algo de verdad. "Con la escritura eres capaz de objetivar una obsesión, normalizar tus demonios: igual si no fuese escritor, sería oligofrénico", concluye con humor.

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