rafael escuredo. abogado y escritor

"Hay encubrimiento de casos de pedofilia por parte de la jerarquía de la Iglesia"

  • El autor sevillano vuelve al género negro y a su inspector Sobrado, esta vez con el telón de fondo de la mafia rusa en España, con 'Los santos custodios', publicada por Almuzara

"Hay encubrimiento de casos de pedofilia por parte de la jerarquía de la Iglesia"

"Hay encubrimiento de casos de pedofilia por parte de la jerarquía de la Iglesia"

Decía Lope de Vega del amor que "quien lo probó lo sabe". Algo así le ocurre a Rafael Escuredo (Sevilla, 1944) con la novela negra. La ha probado -esta es su tercera vez- y además ha vivido momentos dignos de ser retratados en un libro de este tipo. Abrió junto a Felipe González un despacho laborista en su ciudad natal, estuvo cinco años al frente de la Junta, enarboló la bandera del nacionalismo andaluz por los pueblos más recónditos de la comunidad autónoma y fue el portavoz y abogado de la familia de Anabel Segura cuando la secuestraron. Escuredo ha catado el poder, aunque ahora prefiera dedicarse a la abogacía -así lleva más de 30 años- y no dar su opinión sobre temas "que no vienen a cuento" como el triunfo de Pedro Sánchez en las recientes primarias socialistas. Su nueva novela, Los santos custodios, publicada por la editorial Almuzara, arranca cuando el inspector Sobrado, protagonista en sus últimos tres libros, investiga el suicidio de un compañero. De fondo, la mafia rusa y los silenciados casos de pedofilia a manos de curas acechando. ¿Alguien puede pedir más a una novela de este género?

-¿Cree que un autor que se dedica a la novela negra tiene que atender más al mundo que le rodea que uno que escribe sobre fantasía?

-La novela negra me permite hacer una crítica social de nuestro tiempo. De entrada puede ser incluso el origen del propio género a principios del pasado siglo, con los clásicos, que lo que hacían era una crítica despiadada de la realidad social que vivían a diario.

-Corrupción, mafia china, compadreo entre la clase política y el círculo de poder financiero. ¿A quiénes atiza en Los Santos Custodios?

-Hago una referencia muy precisa a la connivencia entre el poder político y unos determinados elementos mafiosos. Por ejemplo, ahí está el caso de Luis Roldán, Paesa y el gobierno. Por otra parte, el eje central de la novela es la pedofilia, mi denuncia clara ante estos hechos deplorables. La historia gira alrededor de la pedofilia y de tres amigos que son objetos de abusos sexuales en la infancia. Estos abusos les cambia la vida. Cuando ya son mayores acaban estudiando para ingresar en la policía y acaban en la brigada de estupefacientes. Luego, con el estatus de policía ya adquirido, se ven involucrados en varios temas con la mafia rusa.

-Los tres son abusados sexualmente en un colegio del Opus. ¿De alguna manera se ha visto influido por el caso del padre Román?

-No, no. Este libro arranca cuando me entero de la cantidad de millones que casi arruinan a las arcas de la Iglesia católica en Estados Unidos como consecuencia de las reclamaciones por pedofilia por centenares de muchachos.

-La connivencia entre el poder eclesiástico, el político y el judicial es latente. En su libro lo explica muy bien...

-Todo eso está relacionado en la novela, y hay un elemento común que es la investigación del suicidio. Hay una connivencia entre el poder político y ciertos elementos mafiosos, y hay un encubrimiento sistemático de casos de pedofilia por parte de elementos de la jerarquía de la Iglesia.

-¿Ha hablado con gente que ha sufrido este tipo de violencia desde niño?

-Sí, he podido hablar con varios.

-¿Cree que lo más grave es la vulnerabilidad que le imprime a su carácter el resto de su vida?

-Lo que me han contado las víctimas es que esa violencia ejercida desde la infancia les trastornó radicalmente sus vidas.

-¿Piensa que les ayuda a cerrar heridas que se juzguen estos hechos en un tribunal?

-Esto ya pasa por elementos probatorios, pero por primera vez hay un papá que apoya las denuncias por parte de los que han sufrido la pedofilia. Hablo del apoyo que normalmente suele prestar la nueva Curia Vaticana en este tipo de casos.

-¿Cómo se documenta uno sobre la mafia rusa?

-Tengo relación con policías porque yo llevé un secuestro y entonces ese secuestro me llevó a tener que relacionarme a diario durante varios años con ella. Efectivamente hablo con miembros del CNI, con policías que me hablan de las mafias.

-¿Hasta qué punto las mafias están incrustadas en nuestra vida diaria?

-Lo cuento en esta novela. Están incrustadas en el mundo de los negocios, en negocios sucios, y forman parte de un paisaje de la sociedad actual.

-Me gusta mucho la profundidad humana que le da a sus personajes. Te los crees. ¿Qué hace para que sean tan reales?

-Mis personajes son de la calle. Son policías de la calle, que yo he conocido. Estos no son detectives norteamericanos, son policías españoles.

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