Cultura

La dama de rojo en su jardín

  • Victoria Abril visita Málaga para amadrinar el Festival de Cine Francés · "No hago castillos en el aire, ya no espero que me llame ningún director en concreto", confiesa

Vestida de rojo, con su aire de antidiva, su inevitable puntito frívolo y con veinte minutos de retraso, Victoria Abril mantuvo ayer un encuentro con la prensa en el marco de la décimo octava edición del Festival de Cine Francés de Málaga, que organizan la Alianza Francesa y el Ayuntamiento de la ciudad costera. El pasado sábado, la actriz ya presentó en el certamen dos películas, las dos pendientes de estreno en España: la comedia francesa Mince alors y la coproducción de varios países europeos rodada en Macedonia Louves. La intérprete se mostró "encantada" por la aceptación que tuvieron estos filmes entre el público y alabó la existencia de este tipo de festivales: "Nos permiten a los pobres peatones no morir de idiotas y poder ver películas que de otra manera no podríamos ver".

En su comparecencia, Victoria Abril lanzó, como es habitual en ella, una defensa del cine europeo frente a la imposición del cine de Hollywood a través de las servidumbres de la distribución: "Yo vivo en París y Europa es mi jardín. Unas veces voy a regar a Macedonia, otras a España. Y todos los años se hacen en Europa películas maravillosas que no se ven. Las distribuidoras, las majors americanas, ponen sus películas y nos dejan poner en España dos peliculitas españolas. Tenemos cines pero no son nuestros". La actriz recordó al respecto que su último rodaje en España fue el de Sólo quiero caminar, en 2008, a las órdenes de Agustín Díaz Yanes: "Y es curioso, porque aunque han pasado cuatro años la gente me para por la calle como si me hubiese visto ayer".

La referencia a la delicada situación actual del cine español era ineludible, y la actriz propuso como modelo la industria francesa: "En Francia los verdaderos taquillazos no son americanos, son franceses. Y eso produce una alegría increíble. Los franceses se quieren mucho, y creo que tendríamos que imitarlos en eso". Sobre la mediación de la crisis y la subida del IVA, la protagonista de ¡Átame! afirmó rotunda: "Yo empecé en el cine en el 74 y ya entonces escuchaba que el cine estaba en crisis.Siempre lo ha estado. Pero sí creo que, cuando una película es buena, el público no la pierde. Puede pasar mucho tiempo, hasta diez años, sin que la gente la vea, pero si es buena será rescatada tarde o temprano".

En cuanto al cine de Hollywood, la actriz recordó: "Fui allí en avión y volví volando", en referencia al rodaje de la película de Barry Levison Jimmy Hollywood, de 1994, en la que compartió reparto con Joe Pesci y Christian Slater. Victoria Abril ha evocado a menudo aquel trabajo como una experiencia negativa, y ayer no fue menos: "Me pasé tres meses con acidez de estómago, y eso es insoportable. Allí sólo se puede ir enamorado, porque cuando estás enamorado te da igual todo, pero si no, es muy aburrido". Y subrayó las diferencias en cuanto a la forma de trabajar con Europa: "Allí, el director es un imbécil al que se le echa cuando nos da la gana, y las películas no las monta el director, sino el productor después de haber pasado por el público, por eso todas tienen el mismo formato. Finalmente, las películas, en vez de tener el punto de vista del autor, acaban siendo una especie de producto que tienes la sensación de conocer. Ese cine no me interesa".

Preguntada sobre sus predilecciones en cuanto a los directores europeos por los que querría ser convocada, afirmó tenerlas, "pero no las voy a decir". "Ya no hago castillos en el aire ni espero que me llame nadie en concreto. El trabajo en el que más me implique será el próximo que haga". El nombre de Almodóvar salió, claro, a la palestra: "En ese caso no harían falta presentaciones". Y tras lamentar que España haya "cerrado la puerta" a su carrera como cantante (ultima ahora un proyecto de música electrónica), la dama de rojo regresó a su jardín sin salir de él.

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