Rosario flores

"No sé qué es ni la competencia ni la envidia"

  • Inmersa en la gira de su nuevo disco de versiones, Rosario visita mañana la localidad sevillana de Dos Hermanas, donde ofrecerá una actuación como ella: apasionada y dulce. Son las dos caras de una misma moneda acuñada con un contundente perfil gitano.

Es pura energía. Se percibe desde el momento de comenzar a charlar con ella. Y aunque ahora promocione las versiones que ofrece en Parte de mí, se nota que, lo que le motiva de veras es pensar en los temas que, en su próximo lanzamiento, tiene intención de grabar. Antes, entre su compañía discográfica y sus fans la convencieron de que realizara un recorrido sentimental por las canciones que más la han marcado y que, no podía ser de otra manera, incluyen una de su hermano Antonio -No dudaría- y el clásico de Lola Flores Cómo me la maravillaría yo. Ésas, además de otros títulos que Rosario ha llevado a un terreno más reposado que en anteriores títulos de su trayectoria. ¿Cosas de la edad? Ella misma lo descubre con sus propias palabras.

-Da la sensación, al escuchar este álbum, que ofrece la cara más nostálgica de su personalidad. ¿Está de acuerdo?

-Bueno, todos somos un poco nostálgicos, simpáticos, alegres, tristes… Son facetas que forman parte de mí, pero no está concebido especialmente bajo la perspectiva que dices. Eso sí, se ha llevado más hacia las baladas y, como contrapunto, he incluido la de mi madre, para abrir los conciertos de forma más marchosa. Todas estas melodías, cada una en su momento, las he sentido y las he ido incorporando, con respeto y humildad, a mi corazón.

-Entonces, no ha dejado de ser "guerrera", ¿verdad?

-¡No! ¡Eso nunca! (risas). Claro que siempre he tenido mi parte más suave, como en Sabor, sabor, aunque, de tener que elegir, elegiría las marchosas para quedarme después más tranquila. Soy muy energética en el escenario. Quien no me ha visto ahí, no conoce a Rosario. De hecho, grabo para poder llevar ese trabajo al directo. Los conciertos me motivan mucho.

-Es curioso porque al recordar Cómo me la maravillaría yo, me he dado cuenta que, a pesar del tiempo transcurrido, sigue teniendo la misma fuerza de antaño…

-Nos reíamos mucho con ella porque… ¡es tan graciosa! Empezamos a probar y decidimos usar partes con la voz de mi madre que, ya lo he afirmado, creo que fue la primera rapera. Estaba por encima del bien y del mal, pero tampoco he querido abusar de su producción artística porque a mi familia la llevo conmigo cada día. Son mi sangre y vivo con ellos.

-¿La han propuesto alguna vez afrontar un proyecto en el que versionara los éxitos de Lola Flores?

-No. No haría eso. Tengo mucha música mía que me sale y que está esperando. Como treinta o cuarenta títulos nuevos. Sea como sea, me pertenezca o sea del repertorio de otros, pongo la misma ilusión en cada tema que hago.

-¿Se nota diferente a la hora de cantar? Dicen que, después de tener hijos, la voz de la mujer cambia un poco…

-No lo había escuchado, si bien durante el embarazo sí es verdad que suenas distinta. Ahora mi tono es más grave que cuando empecé. Antes parecía tal vez demasiado jovencita, como la de una niña. Evidentemente, tampoco soy la misma que cuando tenía veinte años. La vida te da serenidad y yo me siento privilegiada. Me acompañan mis hijos y mi pareja, y ese equilibrio se nota.

-Transmite mucha espiritualidad. ¿Es usted creyente?

-Creo en la energía y el amor y Jesucristo, precisamente, fue esa fuerza.

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