Literatura

'La cinta roja', apasionante vida de una revolucionaria

  • Teresa Cabarrús, una española en la Francia de finales del XVIII, es el hilo conductor de la nueva novela de Carmen Posadas

Sus textos han sido traducidos a 21 idiomas y entre los galardones obtenidos a lo largo de su trayectoria está el Premio Planeta, que se le concedió por Pequeñas infamias (1998). Carmen Posadas ha logrado, publicación a publicación, hacerse un nombre entre los autores más vendidos de nuestro país. Amante de las grandes historias, su encuentro con Teresa Cabarrús se remonta a su infancia, cuando, durante una de las asignaturas que se impartían en el colegio, se tropezó con su imagen. "La descubrí en una foto de un libro", confirma. "Daban datos acerca de esta mujer, como que había sido espía o que había tenido diversos amantes y diez hijos. Recuerdo que me sorprendió, pero quedó olvidada hasta que, mucho después, en el Banco de España, hallé un cuadro del fundador de la entidad, Francisco Cabarrús, padre de esta chica. A partir de ahí, comencé a trabajar y me topé con una española cuyo papel fue bastante importante en la Revolución francesa. Incluso llegó a mantener una relación con Napoleón de la que éste habla en una de sus cartas".

En cuanto a su forma de plasmar este argumento sobre el papel, Posadas desvela su modus operandi. "Suelo levantarme temprano y, hasta el mediodía, estoy escribiendo. Me interesan los detalles, lo que rodea a los personajes y que sirve para acercarse a cómo fueron y a los sucesos que acontecieron en sus vidas", confiesa. "En mi novela los diálogos sí son ficción pero, en cuanto al resto, aunque exista documentación, he tenido que investigar duro. En un periodo relativamente pequeño, sucedieron infinidad de acontecimientos de los que han trascendido numerosos datos, cartas y testimonios. En total, he invertido tres años antes de concluir". ¿Parecidos entre personaje y autora? Algunos existen. "Jamás pensé que pudiéramos tener algo en común pero hay quien me ha hecho notar ciertos paralelismos. Así, somos extranjeras en otro país y ambas hemos estado en los aledaños del poder", reconoce. "No obstante, ahí se para todo. Ni he salvado a nadie de ser guillotinado, ni he estado a punto de morir, como sí le sucedió a Teresa".

Satisfecha por haber podido rescatar y dar a conocer el testimonio vital de la protagonista de La cinta roja -labor ya realizada con otras heroínas como La bella Otero en 2001-, Posadas reconoce haber superado los recelos iniciales que, hacia ella misma, existían en el sector literario, desde donde consideraban el suyo un perfil más cercano a la información social. "Eran unos prejuicios poco sólidos porque, por esa misma filosofía, ¿dónde hubieran quedado Truman Capote o Proust?", opina. Ahora, coincidiendo con el inminente aniversario de Machado, Posadas trabaja sobre un perfil del poeta pensado para el público infantil. Es el proyecto que, en la actualidad, la mantiene ocupada aunque, La cinta roja aún reserva algunos misterios por desvelar.

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