Cultura

El ciclo vital del hombre, a través del agua, de la mano de Manuel Banda

  • El pintor onubense lleva a la Fundación Caja Rural del Sur una muestra de 24 óleos realizados en los últimos cuatro años · Huelva y distintos puntos de España y Portugal, en escenas naturales y de influencia minera

El paralelismo vital entre el hombre y el agua vertebra la nueva exposición del pintor onubense Manuel Banda, inaugurada ayer, que muestra su producción de los últimos cuatro años. La vida del agua permanecerá durante dos semanas en la sala de la Fundación Caja Rural del Sur, hasta el 6 de mayo, donde se podrá visitar en horario de tarde.

Banda vuelve a utilizar el agua como temática principal, al igual que en su última exposición en la capital onubense, El agua y su entorno, que reflejó en la sala universitaria de Cantero Cuadrado en 2007 su conocida pasión por el elemento. Ahora vuelve a recurrir a él, aunque esta vez tratando de reflejar un ciclo vital a través de su presencia en distintos entornos naturales.

La muestra se compone de 24 cuadros, todos en óleo sobre lienzo de distintos tamaños, que se reparten en las cuatro etapas contempladas por el artista onubense en su particular metáfora. Para Banda, los estanques simbolizan la niñez; los mares, la juventud; los ríos, la madurez, y las aguas teñidas de mineral, la vejez.

"El agua me apasiona y he querido relacionarlo con la vida del ser humano, utilizando su cronología para establecer un paralelismo de forma metafórica", apunta Banda.

La niñez de los estanques, a su juicio, vienen dados por "proteger la vida que se desarrolla en ellos, igual que un niño en el vientre de la madre y los brazos de su padre". La juventud, "época de juegos, vitalidad y fuerza casi descontrolada", se refleja en el mar; mientras "el agua que fluye en los ríos es el espacio de nuestra madurez", tomando un cauce, "cogiendo el camino hacia el fin". Por último, el agua transformada por el mineral, tan presente en la provincia onubense, simboliza la vejez, "al final del proceso, para el que ha sido fundamental".

En la exposición, por la que el pintor onubense se muestra "muy motivado", se recogen escenas de Granada para la primera etapa; acantilados gallegos y los portugueses de Monte Clérigo y Cabo de San Vicente, y golpes de mar en el espigón de Huelva, además de la Ría onubense, con el muelle de Tharsis al fondo, y el Piedras, así como paisajes cobrizos de la Cueva de la Mora y Riotinto.

Manuel Banda reconoce que la presencia del agua en su obra lleva "un toque de sensibilidad, admiración y reconocimiento como algo vital que es, sin lo que sería imposible vivir". "Es un bien escaso, del que muchos no disponen, y para el que tenemos la responsabilidad de cuidar entre todos", comenta, sin descartar que en próximas producciones vuelva a ser su principal argumento.

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