Han pasado veinte ediciones sobre esa idea que la empresa de La Merced tuvo un día para publicitar aún más sus carteles de Colombinas. Vente carteles gigantes que en su despliegue han significado otro de los tramos en los que se entiende la actualidad de la feria taurina de agosto.

Ayer volvió a cumplirse ese ritual que suele ser frontera entre el fin de la reserva y recogida de abonos y la apertura de las taquillas para la venta suelta de localidades que tendrá lugar el próximo lunes. Desde uno de los balconcillos de la Puerta Grande de la plaza de toros volvió a desplegarse ese enorme cartel de cuatro por ocho metros que luce ya en la fachada todas las combinaciones toreras de una feria que apura plazos a pasos agigantados. Es, por el momento, uno de los carteles de toros más grandes de cuantos anuncian una feria y desde luego un auténtico reclamo para que, tanto curiosos que pasan en ese momento como los habituales aficionados que gustan de la cita, compongan una de las estampas de expectación más sui generis de cuanto precede a las tardes de toros.

"Por sus dimensiones y por su ubicación, en pleno punto de entrada y salida a la ciudad desde y hacia las playas, no cabe duda que ésta es una de las principales llamadas de atención que tiene nuestra feria. Son miles las personas que pasan a diario ante la Plaza y que se detienen y alzan su mirada ante el cartel, tan grande como la ilusión que ponemos en las Colombinas", ha comentado Carlos Pereda, empresario de La Merced.

El cartel, que cada año busca un patrocinio, cuenta en este 2017 con el de la empresa Hacienda Montija. Su responsable, Raúl Rodríguez Nevado, gerente de la misma y lugar donde se visten muchos de los toreros que vienen a la feria onubense, ha destacado que "los toros le dan tanto a la ciudad durante su celebración, que la ciudad no puede por menos que corresponder con la empresa que los hace posible y colaborar en la promoción de uno de los grandes eventos de cuantos Huelva acoge cada año".

Pero la feria concreta pasos en torno a su culminación y en ello andan atareados tanto los carpinteros como el propio mantenimiento de la plaza, saneando esos restos de maderas podridas por el agua y el sol de cada temporada.

La empresa por su parte afronta también la ultima revisión en el campo del ganado que ha de llegar hasta los corrales de la plaza. El pasado miércoles tanto los empresarios como el equipo gubernativo y veterinarios repasaban el último lote pendiente de la novillada que el ganadero Federico Molina aporta al festejo del primer día de feria.

Son muchos los perejiles de última hora con los que ahormar la feria y es bonito contemplar como poco a poco aficionados y público van asumiendo la misma en forma de comentarios y matices de todos los colores, aunque en general se detecta ilusión en torno a los carteles y especialmente con los toreros de Huelva, que llegan a la feria muy cargados de razones para estar en ella.

Por de pronto a la feria se le apuntará el próximo lunes a primera hora esa tradicional cola de aficionados ante las taquillas de La Merced con la intención de hacerse con una buena entrada para los festejos elegidos.