Cultura

Vuelve la comedia desmadrada

Cinebox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: 'Zack and Miri make a porno'.- Producción: Estados Unidos, 2008.- Duración: 101 minutos.- Dirección y guión: Kevin Smith.- Fotografía: David Klein.- Música: James J. Venable y Chris Ward.- Montaje: Kevin Smith.- Intérpretes: Seth Rogen, Elizabeth Banks, Jason Mewes, Craig Robinson, Traci Lords, Katie Morgan, Jeff Anderson, Ricky Mabe, Brandon Routh, Justin Long.

Hace sólo unos días, con ocasión de la crítica de la película Te quiero, tío, aún en cartel, nos referíamos a las diversas formas y colores de la comedia que de forma tan diferente ha tratado la cinematografía de Hollywood. Ésta que ahora nos ofrece ¿Hacemos una porno? no deja de estar emparentada con el género al estilo clásico tanto como con la comedia extravagante o desmadrada o definitivamente la comedia gamberra, esa otra que tanto se cultiva últimamente y que tiene como referente habitual al productor y director Judd Apatow, el realizador de Lío embarazoso (2007) y tantas otras.

Lo que sí resulta un tanto inesperado es que Kevin Smith, un director de culto para algunos, en cuya temática el espíritu de los cómics suele ser recurrente, realizador de títulos tan variados como Clerks (1994), por la que fue premiado en el Sundance Festival, Persiguiendo a Amy (1997) y Una chica de Jersey (2004) -por recordar algunos de los títulos más significativos-, emprenda una película como ésta, aunque su fama de fricki abra todo tipo de posibilidades dadas sus características puestas en escena. Y, sin embargo, ¿Hacemos una porno? hemos de encuadrarla en el género de la comedia romántica porque, tras tanta provocación, tanta sordidez, tanta procacidad, tanta perturbadora imagen aderezada de humor y grosería, hay una auténtica historia de amor, que es la que inspira tan provocador y desvergonzado relato.

Este séptimo largometraje de Kevin Smith, erigido en referencia de la cultura fricki en el informal cine norteamericano, nos presenta a dos amigos -Miri, interpretada por Elizabeth Banks, y Zack, encarnado por Seth Rogen- que comparten un piso y andan a la cuarta pregunta, de manera que cuando no deben el agua, deben la luz y frecuentemente el alquiler del apartamento. Entre sus múltiples peleas y elucubraciones para tratar de resolver su caótica situación económica y poder hacer frente a su propio alojamiento, deciden probar suerte con el porno casero. Con la ayuda de algunos amigos y actores habituados al género optan por debutar con una versión X de La guerra de las galaxias. Todo se viene abajo, nunca mejor dicho, cuando van a rodar y ven que el local que habían alquilado como plató, está siendo derribado. No se dan por vencidos y deciden variar la temática rodando en el propio local donde trabaja Zack.

¿Hacemos una porno? nos revela, sobre todo, la visión cínica, corrosiva y cómica del director Kevin Smith para indagar una vez más en la amistad y las relaciones afectivas, descubriendo una perspectiva erótica que, en cierto modo, había aparecido de manera más tenue en sus anteriores películas. Esa especie de latente pulsión sexual se revela ahora con todas sus consecuencias y sin disimulos ni convencionalismos. Una especie de complejo que se supera por la vía de la imagen. Tal vez lo más sabroso, lo más divertido, además de la buena actuación de los protagonistas -el gordito Seth Rogen, a quien recordamos de Virgen a los 40 (2005), precisamente dirigida por Judd Apatow, y la atractiva Elizabeth Banks, que vimos en Definitivamente, quizás (2008)-, sea la actuación de los intérpretes secundarios: la que fuera destacada estrella porno, Traci Lords, aquí en un número muy especial; otra recordada figura del cine X, Katie Morgan; Jason Mewes, un punkie obsesionado con el sexo duro, y Craig Robinson, el amigo afroamericano que se presta a producir la película.

No se alarmen por el título, con toda su procacidad, desalmado lenguaje -los diálogos son otro capítulo a destacar- y provocación, no es para tanto. Y la diversión está asegurada.

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