El ciclo Presencias literarias de la Universidad de Huelva contó ayer con la participación del poeta madrileño Luis Antonio de Villena, que repasó buena parte de su carrera artística desde el corazón del campus de El Carmen. El literato fue presentado por el director del Archivo Histórico de Moguer, Diego Ropero, que le definió en la Facultad de Derecho como “un creador nato, culto, ocurrente”. 

De Villena recordó sus años de estudiantes de Filología Románica, sus años de “cigarra en los que me dedicaba a la literatura y me acostaba muy tarde” y el tiempo en el que, con 48 años ya, alguien “me dijo que tenía que trabajar y convertirme en hormiga, algo mucho menos interesante”. No obstante, su tiempo de cigarra le sirvió para nutrirse de la vida nocturna, de personajes dispares y amores sin nombre que le proporcionaron una experiencia vital que luego se ha venido reflejando en sus textos.

Durante la conferencia, el escritor habló del nivel cultural del siglo XXI en España, que consideró “de vergüenza”. La Cultura, en su opinión, poco tiene que ver con saber “qué río pasa por Valladolid, sino en saber pensar”. Para ello se hace imprescindible “leer a todos los pensadores y desechar lo que no interesa”. Arremetió duramente, además, contra la telebasura, insistiendo en que “nada me parece más denigrante que ver que los personajes más famosos de este país son los que se acuestan con unos o con otros”. Para las editoriales y los políticos también hubo tajada en la disertación de Luis Antonio de Villena: para las primeras, por no apostar más que por los best-sellers; para los segundos, por no prestar atención a la Cultura y la educación más que “en tiempo electoral”.