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Vidas en verso

  • La editorial Entorno Gráfico ha levantado una potente colección alrededor de una sugerente propuesta: la publicación de antologías a cargo de sus propios autores

La poesía habita en ellos con una presión insólita. Con una fuerza tectónica. Casi como un pleito constante frente a la vida. O, mejor, contra lo que tiene la vida de rasante, de frívolo, de banal, de prescindible. Hay autores de vocación limpia, extraños al enigma, vocacionales de la transparencia. Son los que han fundado su territorio emocional en lo que ven, sin más ornamento. Otros, en cambio, escriben empujados por instantes de combustión, casi en rapto, convencidos tan sólo del lenguaje. Es una forma audaz de intentar lanzar las palabras más lejos que la vida.

Todos -cada uno con su timbre- han ensanchado los márgenes del idioma con una libertad hecha de inteligencia y capacidad de aventura. Son los autores reunidos por la editorial granadina Entorno Gráfico en la colección O gato que ri. De momento, la tripulación la forman Jesús Munárriz, Rafael Guillén, Jenaro Talens y Jaime Siles. En pocos días, se sumará Antonio Carvajal, quien por fin verá editado como obra única dos poemarios claves en su trayectoria que salieron de forma separada: Del viento en los jazmines y Noticias de setiembre, ambos en 1984.

La expedición, impulsada por José Antonio Rodríguez, Virgilio Cara y Manuel García, ha elegido contar la poesía desde dentro: cada autor debe elaborar su propia antología. Lo que sale de ese insólito trampolín, por tanto, no es una simple acumulación de poemas. Ni siquiera la suma de los más bellos o los más desgarrados. Tampoco el resultado de la indagación de un especialista plegado a determinados gustos, intereses o fines académicos. Es, más bien, la puesta en limpio de una trayectoria lírica. Algo así como una biografía levantada desde la costa de un idioma radiante.

Lo explica muy certeramente Jaime Siles (Valencia, 1951), el último en llegar: "La diferencia con las otras antologías de mi obra es que ésta la he hecho yo, pero no yo el autor de mi obra, sino el yo lector de la misma, que no coincide con el otro siempre, que discrepa no poco en ocasiones y que critica al otro casi siempre con entera razón". "Los ahí reunidos -señala- los considero representativos de diferentes modos de mi escritura y que corresponden a no menos diferentes fases de mi antiguo, pasado, presente y hasta tal vez futuro quehacer".

"Hay aquí una representación, bastante equilibrada, creo, de todos y cada uno de mis libros y no ha quedado fuera ninguno de los considerados más difíciles: todos estos están, como también están los más largos y los más breves, los más clásicos y los más vanguardistas, los más frívolos y los más filosóficos, los más existenciales y los más metafísicos", señala el poeta-antólogo Jaime Siles. Y añade: "Esta selección tiene mucho de entierro. Y no sólo de los poemas no seleccionados: también y, sobre todo, de los recogidos aquí, en los que me siento como embalsamado".

Hacia esa misma dirección apunta Rafael Guillén (Granada, 1933) en el libro El centro del silencio. Selección de poemas, 1956-2013: "Pedir a un autor que él mismo haga una selección de su obra puede ser una dulce, aunque cruel, invitación al recuerdo. Porque, aunque recordar es volver a vivir, según tantas veces se ha dicho, también es volver a morir. Es recopilar momentos muertos. Radiantes y luminosos, o tristes y opacos, pero muertos. Es un vano intento de revivirlos en un tiempo, en un mundo, en una mentalidad y, sobre todo, en un cuerpo distintos".

Para el autor de Los estados transparentes, la propuesta también le ha servido para medirle a su poesía el alcance de su onda expansiva. "Me he dado cuenta de que lo que siempre ha guiado mi necesidad de escribir, además de una innata predisposición a expresar mis emociones, no es más que una permanente incertidumbre. Incertidumbre y desconcierto. Al cabo todo son preguntas. Persistentes preguntas sobre la existencia, sobre el destino del hombre, sobre el amor, sobre el engaño de los sentidos, sobre los dones gratuitos de la naturaleza, sobre el misterio en suma", expone Guillén.

Otras veces la invitación es un billete de ida a la infancia y a la adolescencia. Le ocurre a Jenaro Talens que, aunque nació en Tarifa en 1946, pasó esos años fundamentales en Granada. De ahí que su antología, A excepción de la muerte, tenga algo de cuaderno de bitácora o de álbum de fotografías, confiesa. "En unas me resulta fácil identificar a quien está delante de la cámara; en otras me cuesta hacerlo, pero todas ellas dan testimonio de los muchos que fui", señala Talens, uno de los poetas alineados en la vieja escudería de los novísimos.

La munición de las antologías reunidas en la colección O gato que ri -cuyo diseño está a cargo de la artista María Jesús Casermeiro- se completa con la publicación de poemas inéditos a modo de balizas de una obra en marcha. "La sombra es la rima / que siempre me acompaña. / Mi cuerpo, la estrofa que ella escribe. Y su ilegible texto, / mi cada vez más borroso yo", anota Jaime Siles en el poema Impresión de uno mismo a los LX años de su edad, publicado en un libro que abarca 45 años de creación literaria y casi un centenar de poemas.

Jesús Munárriz (San Sebastián, 1940) inauguró esta aventura literaria de la editorial Entorno Gráfico con el inédito Nos han robado un ángel, libro surgido a partir de un hecho que tuvo lugar en la librería que regenta el poeta en Madrid: el robo allí de una talla de un ángel de madera policromada del siglo XVIII. En las mismas coordenadas se mueve la propuesta de Antonio Carvajal (Albolote, Granada, 1943), quien propone un poemario totalmente nuevo con la reunión de dos libros editados en su día por separados, pero que fueron concebidos como una obra única. Setiembre en los jazmines es su título.

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