Cultura

'Vibraciones' del pensamiento

  • El onubense Juan Manuel Seisdedos celebra su primera exposición individual en Sevilla, donde muestra medio centenar de obras marcadas por la música y la luz

"Hay madrileños que nunca han visitado el Prado y hay onubenses que nunca han expuesto en Sevilla", bromea Juan Manuel Seisdedos, nacido en Huelva en 1943 que muestra sus obras más recientes hasta el próximo 14 de noviembre en la sala Santa Inés de Sevilla. Titulada Vibraciones -pues "si la luz y los sonidos son vibraciones, también lo son los colores", dice- y agrupada en tres áreas -Formas, Figuras, Sobre papel-, la exposición es, efectivamente, la primera individual que se puede ver en la ciudad de este artista, que sí ha participado en alguna colectiva.

Seisdedos, que comenzó a pintar con 14 años, define su pintura como "un intento de poner de acuerdo lo pasional y lo racional". Las obras, casi medio centenar, han sido concebidas en su estudio de Trigueros, un molino rehabilitado en una vieja fábrica de harina, lugar en el que hilvana trazos y curvas inspirados, dice, en el ritmo de la música y el pensamiento. El propio artista admite que estos trabajos constituyen una especie de punto y aparte en su trayectoria. "Mi evolución ha sido lenta, porque no expongo en exceso", afirma Seisdedos, interesado primero en el impresionismo, tentado luego por el pop -"un pop producido a partir de mis propias referencias"-, la escultura y el cubismo y volcado más tarde en el expresionismo, ámbito desde el que ha ido "sintetizando" tanto su lenguaje que ya no son figuras lo que aparece, sino "restos de figuras".

La exposición fue presentada por el delegado provincial en Sevuilla de la Consejería de Cultura de Sevilla, Bernardo Bueno, y el director del Centro Cultural de Cajasol, Antonio Cáceres.

Antonio Cáceres, ve en Juan Manuel Seisdedos a un creador que "no se ha dejado llevar por los ecos ni por los gritos de las vanguardias". Esta exposición, dice, tiene "un punto de reconocimiento a un pintor que se encuentra en plena pujanza", que utiliza un lenguaje moderno en piezas constructivas que no han sido esclavas de las tendencias del momento".

A su lado, Seisdedos sonríe, aunque él parece no gustarle demasiado la noción de plenitud y prefiere hablar de "un largo y laborioso camino" que todavía está recorriendo. "Es mejor no alcanzar nunca la madurez absoluta, ¿no? Qué aburrimiento", dice el artista, convencido -a propósito de las influencias- de que "quien diga que lo que hace es auténticamente original miente como un bellaco".

Seisdedos se ha mostrado muy satisfecho por "las ganas que tenía de exponer en Sevilla por primera vez individualmente, auqneu parezca raro, después de haberlo hecho en otars ciduades importantes como Madrid o barcelona".

El pintor onubense habla del arte como "un diálogo a tres en el que el artista la cera y el espectador la recera a través de la obra".

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