Cultura

Ventura y Romero calientan la tarde

  • Éxito de público en el festejo mixto de Manzanilla

  • Buenos pasajes de rejoneo a cargo del sevillano y del torero de Escacena

  • Bien Calerito en la lidia a pie y cariñoso apoyo para Pimenta

Ventura y Romero calientan la tarde

Ventura y Romero calientan la tarde

Manzanilla llenó su plaza al calor de un cartel en el que sus dos cabezas de serie, Ventura y Romero, dejaron lo mejor de su actuación para sendas lidias a sus segundos oponentes. Faena impecable de un Ventura empeñado en ese rejoneo de facilidad y talento para inventarse momentos que culminan emociones. Todo ello fue capaz de juntarlo el de La Puebla en ese quinto de la tarde desquitándose de los desajustes que tuvo esa lidia al que abrió plaza, muy venido a menos en su juego. Ventura no esperó que la tarde le apretara, así que le buscó todas las vueltas al distraído quinto y con esa facilidad que da el oficio le cuajó faena, que sin embargo no remató la espada.

A lomos de Perseo, Andrés Romero intentó marsellés en mano engarzar los primeros momentos de una lidia en la que nunca terminó de meterse el desrazado ejemplar de Ventura. Romero le pulsó todas las teclas posibles hasta remontar faena hacia el final con el carrusel de cortas. Fue la del sexto la mejor faena de este Romero capaz de brillar ante otro toro desabrido, al que Andrés le arrancó faena emocionante y llena de virtudes en cuanto a ese tesón necesario para provocarle emociones al tendido. Lo que sí parece cierto es que la etapa mexicana le ha dado rotundidad a la espada del de Escacena y eso es fundamental para firmar triunfos como así sucedió ayer.

A Mara Pimenta le ayudó el cariño y el respeto del público a sobreponerse de unos primeros compases de poco acierto. Poco a poco fue llegando la suficiente confianza con la que cumplimentar actuación con mejor son en algunos pares de banderillas y la rapidez de efecto del rejón de muerte le alivió en el trance.

Calerito protagonizaría el capítulo de toreo a pie que en la tarde frente a un novillo de Millares que tuvo tan buen son como poca fuerza. Faena que gozó de sus mejores momentos cuando Calerito acertó a cogerle el aire por naturales. Oficio y puesta a punto que apuntaló la espada para firmar también lo bueno que tuvieron los capotazos de recibo jugando con mejor garbo el percal. Faena de más dominio, la que llegó por ambas manos frente a un ejemplar más exigente como fue el sobrero que regaló al final de un festejo que debe dejar una alentadora taquilla para esa lucha contra el cáncer a la que estaba dirigida. Que así sea.

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