Cultura

Uribe denuncia que el cine español vive un momento "demoledor" y "terrible"

  • El realizador de 'Días contados' asegura que en este momento no le apetece tratar el tema del terrorismo en sus películas

El cine en España atraviesa un momento "demoledor", agravado aún más por la recién aprobada subida del IVA, que entre otros conceptos supone el aumento de este impuesto sobre las entradas de cine del 8 al 21%, afirmó el cineasta Imanol Uribe.

"No estoy de acuerdo con esta política de recortes sin darle a la sociedad la esperanza de reactivarse. En el caso concreto del cine, pasar del 8 al 21% va a ser demoledor", aseguró a los periodistas el director antes de participar en los cursos de verano de El Escorial (Madrid).

Uribe añadió que "es una situación terrible, desde que tengo uso de razón cinematográfico siempre hemos estado en crisis, pero a ella se ha unido la crisis general, con todas las últimas medidas que se han tomado. Desde luego es el peor momento que he conocido con diferencia",

Para el cineasta, el baremo que mejor lo refleja es la gran cantidad de técnicos del sector que está en paro. La situación ha provocado la vuelta a fórmulas que al director de Días contados le recuerdan a sus inicios en la década de los 60, como "tener que hacer cosas en cooperativa". Nuevas fórmulas propiciadas por internet como la financiación colectiva ofrecen una oportunidad al sector, según el cineasta, que citó como ejemplo la película de Paco León Carmina o revienta, y que defiende que "obviamente, el futuro está ahí". "Creo que es una vía abierta pero estamos ahora justo en medio del cambio de modelo, entonces es un momento de crisis total", aseveró.

Además, durante su participación en el curso de verano de la Universidad Complutense El terrorismo de ETA a través del cine español, Uribe aseguró que "ahora mismo" no le apetece tratar este tema en una película, algo que ya hizo en 1994 con Días contados, una cinta que le reportó ocho premios Goya.

"Hay muchos planteamientos. Cada uno tiene una expectativa y una opinión, enseguida se ven fantasmas y malas intenciones", manifestó el cineasta, quien en su día vio frustrada su intención de que la película fuera, en su conjunto, un thriller: "esa temática te supera, la parte se come al todo".

Días contados no fue la primera ocasión en que Uribe plasmó en el celuloide un argumento relacionado "de forma directa o tangencial" con la banda terrorista o con la situación sociopolítica en el País Vasco. Ya lo hizo en El proceso de Burgos (1979), La fuga de Segovia (1981) y La muerte de Mikel (1984). "Yo huí ya de aquello porque la política se filtra en todo", señaló el director, que expuso que a pesar de que nunca ha militado en ningún partido, le identificaron con uno distinto en cada una de las películas anteriores.

El realizador reconoció que se trata de un tema "muy conflictivo" dentro de la sociedad, una cuestión que arrastra "mucho dolor acumulado, mucha tragedia, muchas cosas terribles que han pasado", por lo que "con cualquier cosa que hagas, enseguida entras en un avispero".

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