La soprano Ainhoa Arteta en uno de los grandes papeles de su ascendente carrera, el de la enamorada bordadora de flores Mimì. El orgullo para el Teatro Maestranza de sevilla de haber agotado todas las localidades, más de 14.000, para las ocho funciones. La atractiva producción de la Royal Opera House y el Covent Garden londinense escenificada por John Copley. Y la magia de una historia musical con la que Puccini, más de un siglo después de su estreno en Turín en 1896, sigue conmoviendo a quienes se asoman a la destartalada buhardilla donde habitan los sueños de gloria, las pasiones, celos y desdichas del poeta Rodolfo y sus amigos parisinos. Son sólo algunos de los titulares y reclamos con los que esta noche se alza el telón para el gran acontecimiento lírico de la temporada sevillana; al menos, en lo que concierne a la respuesta del público, que ha confirmado que La Bohème continúa siendo uno de los títulos más deseados del repertorio.

La guipuzcoana Ainhoa Arteta canta esta noche y también los días 11, 14 y 17, alternándose con la diva italiana Carmela Remigio (días 10, 13, 16 y 18) en el rol de la bella costurera a la que le fallan las fuerzas pero le sobra corazón, como apreciarán desde el primer acto quienes escuchen una de las arias prendidas por siempre a la memoria musical de los aficionados: Mi chiamano Mimì. Arteta lleva un lustro interpretándola pero durante 11 años se hizo célebre como una de las mejores Musetta del siglo XX. En el Maestranza, a esa otra joven bohemia y aparentemente frívola le pondrán voz las sopranos Beatriz Díaz (primer elenco) y Tatiana Lisnic. Los tenores Massimo Giordano y Fernando Portari asumirán el rol de Rodolfo y a su amigo Marcello le darán vida los barítonos Juan Jesús Rodríguez y Claudio Sgura.

Pese al actual contexto de crisis, los melómanos andaluces han secundado con entusiasmo en las taquillas esta producción, ansiosos por seguir las peripecias de unos artistas y buscavidas que frecuentan el Barrio Latino de París.