Un cuaderno con 33 dibujos a lápiz de 16x24 centímetros que Pablo Picasso pintó entre 1917-1924 desaparecieron entre la tarde del lunes y la mañana de ayer del Museo nacional Picasso de París, un edificio barroco del siglo XVII situado en el turístico barrio del Marais creado para albergar cientos de pinturas, esculturas, dibujos, grabados y cerámicas donadas en 1979 por los herederos del artista malagueño.

En la cubierta roja del cuadernillo, expuesta en una vitrina cerrada desde el exterior y cuya apertura no puede hacerse sin una herramienta específica, se puede leer la inscripción Album en letras doradas, según la información proporcionada por el Ministerio galo de Cultura.

Su desaparición, descubierta en la mañana de ayer sobre las 11.40 horas mientras se procedía a hacer inventario, fue comunicada rápidamente a los servicios de la Policía Judicial y a la Oficina Central de Lucha contra el tráfico de Bienes Culturales (OCBC).

Tradicionalmente, el Museo cierra los martes pero ayer estaba abierto excepcionalmente porque celebraba una jornada de puertas abiertas para los vecinos del barrio. Y quien se llevara la carpeta de la sala número 9 situada en el primer piso del edificio no hizo ni saltar la alarma ni rompió nada.

Mientras, fuentes judiciales consultadas por Europa Press informaron de que junto al cuadernillo sustraído había otro dibujo del artista, por lo que no se descarta que el autor del robo conociera bien la obra expuesta. "No se excluye ninguna pista", apuntaron las fuentes. El Museo nacional Picasso se ha negado a hacer comentario alguno sobre los hechos. Valorado en 8 millones de euros, este tipo de bienes culturales no tiene, según los expertos, ninguna posibilidad de aterrizar en el mercado oficial por lo que podría tratarse de un encargo o incluso de un robo circunstancial cometido por un visitante.

En todo caso, este hecho vuelve a poner encima de la mesa el debate sobre la vigilancia y seguridad del Museo, que va a ser renovado para duplicar su superficie.