Cultura

El Reina Sofía pone el foco sobre el arte español de la posguerra

  • Casi 1.000 piezas de más de 200 autores integran la ambiciosa exposición 'Campo cerrado'

La década de los 40 es uno de los periodos más grises de la historia de España, pero ni las dificultades ideológicas ni las materiales lo redujeron a un desierto artístico, lo que se evidencia en la muestra del Museo Reina Sofía Campo cerrado. Arte y poder en la posguerra española. 1939-1953.

Una exposición que no solo es grande por sus contenidos y por sus amplios espacios, sino porque reúne cerca de 1.000 piezas: 100 pinturas, 20 esculturas, 200 fotografías, 200 dibujos y bocetos teatrales, 26 filmaciones, 11 maquetas y 200 revistas y diversos documentos. Todo este material, en abundancia inédito y de más de 200 autores, procede de más de 100 colecciones y archivos públicos y privados, y representa, en opinión de la comisaria de la muestra, María Dolores Jiménez-Blanco, "solo la punta del iceberg".

La muestra es una de las grandes apuestas del museo y con ella se quiere, según su director, Manuel Borja-Villel, estudiar "uno de los momentos más sórdidos de la historia de España, periodo complejo no muy conocido". Este "momento gris que forma parte de nuestro pasado" tiene muchas relaciones con la colección del Reina Sofía, que ha adquirido varias obras con motivo de esta exposición, como piezas de Pascual de Lara, Tàpies o Luis Castellanos.

Fruto de tres años de trabajo, el título Campo cerrado hace referencia a la novela de Max Aub publicada en México en 1943, durante su exilio, centrada en los años previos a la Guerra Civil.

En el recorrido "se pueden encontrar artistas muy conocidos junto a otros que suponen un descubrimiento" en este "agujero negro que había entre los años 30 y los 50", según la comisaria, que ha pretendido "mirar a los 40 no como una consecuencia de lo anterior ni como un adelanto de lo que vendrá después, sino acercarnos a los 40 desde los propios 40".

En este camino "hemos encontrado muchas sorpresas que nos han permitido sacar cosas que no estaban a la vista". Una de ellas concierne a lo relacionado con el postismo, "movimiento que se pensaba era parecido al ultraísmo y hemos visto que, aunque es fundamentalmente literario, se hace relevante por el papel que tiene en el mundo de lo plástico".

Otra de las "sorpresas" ha sido comprobar cómo la pintura de paisaje, en la que decían que se refugiaban algunos artistas, "responde de manera clara a una serie de indicaciones marcadas por el régimen dirigidas a la exaltación de lo popular".

Las líneas de fuerza en las que se apoya la exposición comienzan con la reconstrucción después de la Guerra Civil. El óleo Arrangez vous de Esteban Francés, las imágenes de Robert Capa y los dibujos de Clavé y Narro hablan del drama de los que huyen de los campos de refugiados en Francia, mientras que El enigma de Hitler de Dalí presagia la Segunda Guerra Mundial en toda su violencia.

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