Cultura

Raota y Korda llegan a Huelva

  • El festival de fotografía expone por primera vez la obra del reputado reportero argentino

  • El cubano es el autor de la icónica imagen del Che y presenta la muestra 'Retrato femenino'

Sólo un día después de que se fallara el premio World Press Photo de 2017, se inaugura hoy en Huelva la exposición de Pedro Luis Raota en Latitudes. El argentino fue premiado en Amsterdam como el mejor reportero gráfico del mundo en 1969 y es considerado uno de los grandes fotógrafos americanos, con una obra, testimonio de una época, de un lugar y de un estilo, que es objeto de estudio en las escuelas.

Alberto Korda no se llevó ninguna de esas distinciones, pero tampoco le hizo falta. Suya es la fotografía más famosa y más reproducida de la historia. La más imitada y pirateada. El famoso retrato de Che Guevara, que es, probablemente, el gran icono gráfico del siglo XX, como ya empezó a ser reconocido desde finales de los 60.

"El humor de Raota al plasmar el encanto de lo cotidiano" atrapará a quien le descubra ahora

Raota y Korda son los protagonistas hoy de Latitudes. Sus respectivas exposiciones se inauguran esta tarde en el Festival Internacional de Fotografía de Huelva. Ambos, ya fallecidos, estarán presentes con su obra. Aunque el legado del argentino será presentado en la Fundación Cajasol (calle Puerto) por su hijo, José Luis Raota.

Luces y sombras de Argentina es una muestra de 37 fotografías que se exhibirán hasta el próximo 2 de abril. Sólo el título es revelador, anticipando el dominio que tuvo de la luz, utilizándola casi como una marca distintiva, reconocible, única, en su obra. Reflejando también el medio en el que se movió como ningún otro autor, de sur a norte, provocando complicidad, ternura, compasión y sonrisas en una suerte de escenas tragicómicas a lo largo del país.

La selección para Latitudes ha resultado muy complicada, cuentan desde la Galería Lucía Mendoza. Pero bien vale el intento como aproximación a las distintas facetas en las que destacó el argentino: la vida en el campo, que tanto sedujo a público y crítica; y "el gran visionario capaz de despertar una sonrisa por lo sorpresivo; el humor de Raota al plasmar el encanto de lo cotidiano", que tanto reconocimiento internacional le proporcionó a lo largo de su trayectoria.

La fotografía perdió muy pronto a uno de sus grandes exponentes en Latinoamérica. Para algunos, el mejor. Pedro Luis Raota falleció en 1986, antes de ver ganar a Maradona el segundo Mundial de Argentina. Pero queda el esfuerzo de su hijo José Luis por conservar su legado y hacerlo más visible, como ahora en Huelva, para que se le reconozca como un nombre imprescindible en la fotografía.

Aunque a Alberto Korda le ensombreció el éxito de aquella fotografía del Che en los funerales por las víctimas del La Coubre, su valía como fotógrafo nunca fue puesta en entredicho. Mucho le ayudó enrolarse junto a Fidel Castro para convertirse en el principal fotógrafo de la Revolución Cubana, de la que ha dejado una obra excepcional, tanto en los acontecimientos multitudinarios a lo largo del país, como en los retratos de los líderes, que contribuyeron a darles el halo de leyendas internacionales.

Korda, sin embargo, fue mucho más que eso. De ahí el acierto de la propuesta que llega este año a Latitudes, de la mano de La Fábrica, que se centra en su faceta como extraordinario retratista, centrado sobre todo en la mujer, la razón que le llevó a tomar una cámara por primera vez.

Cuenta la comisaria de la exposición, Ana Berruguete, que su obsesión por captar la belleza de las mujeres llegó hasta tal punto que se convirtió en "el nervio angular de su trayectoria". Aprendió de manera autodidacta retratando mujeres y desarrolló su estilo con imágenes de moda y publicidad. Incluso su última sesión de fotos, cinco meses antes de fallecer en París en 2001, fue con modelos profesionales en Sao Paulo.

"Ésta es la historia de la exposición", resume Berruguete: "El incansable deseo por inmortalizar la belleza de las mujeres".

En este Latitudes 2017, el malagueño Juan Miguel Alba muestra en su exposición sobre Cuba en el Museo, una foto del maestro dedicándole la famosa imagen del Che. Es el círculo que se cierra en esta edición de América, América, que tanto tiene que dar aun.

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